Ripoll disuelve el Grupo Mixto de Alicante y deja a los diputados rebeldes del PSPV sin despacho ni asesores

La nueva Ley de Modernización de los Gobiernos Locales, que entró en vigor en enero pasado, permitirá al presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll, del PP, reabrir las fisuras en el seno del PSV con la disolución del Grupo Mixto, que integran cinco diputados socialistas rebeldes. Estos diputados fueron expulsados del partido por apoyar una lista alternativa a las que propuso la dirección del PSPV.

Ripoll presentó ayer un informe jurídico a la oposición y anunció que el 15 de abril celebrará un pleno extraordinario para disolver el actual Grupo Mixto. La Ley 57/2003, bautizada también como la Ley de las Grandes Ciudades, recoge "la no existencia del Grupo Mixto" en su artículo 73. Así, en una estricta lectura de la norma los diputados rebeldes se convierten en miembros no adscritos.

Las consecuencias de esta medida serán que los diputados dejarán de tener despacho propio, perderán la exclusividad y carecerán de personal asesor y administrativo. En las comisiones informativas, tendrán voz pero no voto, aunque sí podrán votar en los plenos. Los diputados de la comarca de L'Alacantí, Javier Miralles (El Campello), José Antonio Mourisco (Aigües), Loreto Martínez (Mutxamel), María Teresa Carbonell (Xixona) y al alcalde de Benijófar (Vega Baja) recibieron con "sorpresa" esta medida.

María Teresa Carbonell, portavoz del todavía Grupo Mixto, declaró que las formas "no han sido correctas" y calificó de "pataleta y rabieta" esta decisión que se produce tras la derrota electoral del PP el 14 de marzo. Los diputados afectados se preguntaron "por qué se aplica ahora una ley que entró en vigor en enero?". No obstante, los diputados confían en que la dirección solicialista revoque "pronto" su decisión de expulsarlos y los readmita en el partido. Por su parte, el portavoz del PSPV, Antonio Amorós, evitó hacer declaraciones a la espera de la reunión del Comité Nacional del PSPV.

La aplicación de esta medida conduce a los diputados rebeldes a acelerar su reingreso en el PSPV, tal y como algunos dirigentes habían anunciado para después de las generales, o bien en esta situación de "no adscritos" dejar la puerta abierta a que estos diputados negocien su ingreso en otra formación política.