Éxito de participación en el torneo de 'modding' informático

Ordenadores convertidos en peceras, equipos forrados con pieles simulando tigres, CPU como castillos medievales, pobladas por dragones, otras iluminadas con neones y cables dignos del mejor arco iris...

El modding, la personalización estética y técnica de equipos informáticos, irrumpe con fuerza en España como nueva tendencia de la sociedad tecnológica. La mejor prueba estuvo en la organización de la fiesta exclusiva de modding. Fue el pasado fin de semana, en San Sebastián de los Reyes (Madrid), en una gran carpa de la empresa PC City.

El concurso reunió a toda una comunidad de apasionados de la modificación de sus cacharros. Dos modalidades configuraban el certamen: la dedicada a la alteración estética y la que premiaba la optimización técnica (en la que se medía, entre otros parámetros, la capacidad para multiplicar la velocidad del procesador, la mejora de la refrigeración y la incorporación de silenciadores).

El jurado concedió los dos primeros premios a la misma persona, el estudiante de ingeniería informática Luis Mazarío. A juzgar por los aplausos con los que fue acogida la decisión, el vencedor había cautivado también a sus competidores. "Se trata de un cubo de aluminio de fabricación propia", describe, "con refrigeración líquida y depósito de metacrilato hecho también por mí, muy silencioso al tener un solo ventilador". Mazarío, que lleva un año metido en el modding, indica que con su original diseño "buscaba huir de las CPU muy sobrecargadas, que son las que predominan, y hacer algo sencillo y fácil de manejar". El jurado premió el sobrio encanto minimalista de su trabajo.

Ana Belén Horcajo, segunda en el apartado estético, define su trabajo como "un híbrido entre una Xbox y una PlayStation con una estética basada en los colores y el anagrama de la Coca-Cola". En tercer lugar fue para Álvaro Camino, que presentó un vistoso tigre recubriendo el chasis de su ordenador, y pieles para sus periféricos. "La gente cree que se va a calentar más por estar forrado, pero no ocurre así siempre que la refrigeración interna sea buena", aseguraba a quienes le planteaban sus dudas.

Eduard Matas, portavoz del jurado y con más de 150 parties pateadas por Europa, destacó que se había valorado "el mérito de la construcción en detrimento de los que habían comprado los componentes".