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Reportaje:EXCURSIONES | Senda José Lima-Puerto del Pozuelo

El camino del guardabosques

Este sendero del paraje natual del Juanar, en Marbella, desemboca en una atalaya natural hacia las cumbres y el mar

Dice un refrán que a veces lo más popular suele ser al mismo tiempo lo más desconocido. Esto es sin duda lo que ocurre con las montañas que rodean Marbella y su costa. Si bien la presencia de excursionistas es una constante los fines de semana en el mirador del paraje natural de Juanar, situado a 5 kilómetros de la localidad serrana de Ojén, pocos son los que se adentran en la senda que lleva desde el antiguo refugio de caza de los marqueses de Larios al Puerto del Pozuelo. Un camino de una belleza singular, que atraviesa cañadas, un pequeño manantial y un bosquecillo de pinsapos, y permite contemplar una impresionante vista del mar y las cumbres.

La subida se inicia a unos 500 metros del refugio de Juanar, donde se dejan los coches. Se toma la senda de José Lima, que recibe su nombre de un antiguo guarda de la zona. La ruta, que tiene una longitud de unos 5 kilómetros, está indicada con un monolito. El recorrido es circular, su dificultad es baja y dura aproximadamente poco menos de tres horas. Después de cruzar una torrentera comienza el ascenso hasta llegar a un pilón, denominado El Pozuelo, donde bebía antiguamente el ganado y que en la actualidad se mantiene para las cabras monteses y la fauna de la zona. No es difícil ver salamandras tomando el sol en la piedra.

A continuación se toma un desvío que conduce a la cumbre de la sierra Canucha o de los Cuchillos, que tiene una altitud de 1.230 metros. Una vez arriba las vistas son espectaculares. El Juanar, el valle del Guadalhorce, la bahía de Málaga, el valle del río Verde, la sierra de las Nieves, Los Reales de sierra Bermeja, la costa africana, sierra Blanca, Almijara, Sierra Nevada, todo ello entre valles recortados. La vegetación, formada inicialmente por variado y rico matorral mediterráneo, lentisco, orquídeas y especies endémicas, da paso a medida que se asciende a encinas, acebuches, pinos y pinsapos dispersos. El terreno se hace más húmedo y abundan el musgo y los líquenes.

El espectáculo bien invita a tomar un descanso en la contemplación de las cumbres. Después prosigue la ruta a través de un pequeño bosque de pinsapos. A partir de aquí se entra en una clásica zona de alta montaña, en la que contrasta el intenso amarillo de las flores de la abulaga con el suelo gris de la roca caliza de sierra blanca. Una gama de colores vivos y chillones propios de la paleta de un artista. Si se guarda silencio es fácil oír el chasquido de las piedras desprendidas por las cabras montés e incluso el ruido que producen los pájaros carpinteros.

En días claros y despejados se puede contemplar con un poco de suerte águilas reales, por lo que es recomendable llevar unos prismáticos. Es importante no llevarse ningún recuerdo de la fauna y flora local salvo las fotografías, para preservar este entorno único, en el que abundan las aves rapaces, ciervos y jabalíes. Termina el sendero y empieza un carril serpenteante. Aquí es posible optar por dos alternativas: o bajar recto en dirección al refugio o ampliar el recorrido hacia la derecha en dirección a un bosque de pino insigne, situado en la falda del pico de Juanar. Hacia el refugio se atraviesa por un hermoso bosque de castaños y pinos, además de algunos cerezos.

Un reino aromático

- Cómo llegar. Desde Marbella se puede tomar la carretera A-355 en dirección al municipio serrano de Ojén, situado a 10 kilómetros de la costa. A continuación se coge la MA-469 y se siguen las indicaciones hacia el refugio de Juanar, distante a unos 5 kilómetros. Una vez allí se deja el coche para continuar la excursión. Los distintos senderos se encuentran muy bien señalizados.

- Qué ver. En Ojén se puede visitar el museo del Vino, antigua destilería donde se elaboraba el famoso aguardiente que dio lugar a la expresión "una copita de Ojén". El licor se hacía con una mezcla de las plantas aromáticas del paraje natural de Juanar, sobre todo hinojo. El edificio, que data del siglo XVIII, tiene una interesante colección de redomas y alambiques. Los visitantes pueden adquirir hasta cien variedades de vinos malagueños, por un precio que oscila entre los 4,21 y 42 euros. Una parte del recinto está dedicada a la artesanía y gastronomía.

- Alternativas. Desde el refugio de Juanar se puede tomar otro camino más ancho y sencillo que conduce al mirador. Los laterales de este sendero están cubiertos de plantas aromáticas y medicinales, como el romero, tomillo, enebro, manzanilla, óregano y jara. La vegetación está formada también por olivos, algarrobos, robles, alcornoques, encinas o chumberas. Con un poco de atención se pueden ver cabras monteses entre los alcornocales. La panorámica de la costa desde el mirador también es espectacular.

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