_
_
_
_
Reportaje:

El móvil del 'botellón'

Los jóvenes sevillanos convocan fiestas de la primavera con mensajes y correos electrónicos

El viernes pasado circularon entre los teléfonos móviles de Sevilla un 26% más de mensajes que un viernes normal. Uno de los tres operadores nacionales de telefonía móvil reconoció ayer que recibieron 65.000 mensajes más que cualquier otro viernes. Ese día, alrededor de 70.000 jóvenes sevillanos se concentraron en la isla de la Cartuja para celebrar la llegada de la primavera con un gran botellón que cogió a contrapié a las autoridades municipales y a las fuerzas de seguridad.

Las concentraciones espontáneas que se han hecho famosas en todo el país en las últimas semanas han llegado también a los universitarios. Las fiestas de la primavera son una tradición en Sevilla desde hace dos décadas, aunque algunos años el Ayuntamiento se ha implicado en su organización para garantizar los servicios y la seguridad. Esta vez no había nada organizado, pero todos los jóvenes de la ciudad contaban con reunirse a mediodía el viernes más cercano a la llegada de la primavera si la lluvia lo permitía. Salió el sol y alrededor de 70.000 jóvenes, en su mayoría estudiantes de secundaria y universitarios, se fueron a hacer botellón al Charco de la Pava, unos terrenos de propiedad estatal que funcionaron como aparcamiento en la Expo 92.

El Ayuntamiento intenta controlar la convocatoria prevista para mañana

Decenas de carteles colgados por distintas facultades, el boca aboca, los correos electrónicos y, una vez más, los mensajes a móviles anuncian ya una nueva cita para mañana. "No faltéis pues os perderíais un nuevo corte de tráfico o salir en los periódicos". "Veremos a nuestro amigo Don Simón". Reclamos como este circulan entre los jóvenes sevillanos, mientras el Ayuntamiento intenta concertar con los universitarios un dispositivo de seguridad.

En la mañana de ayer se reunieron los delegados municipales de Gobernación, Medio Ambiente y Juventud, así como los máximos responsables del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local. El contenido de la reunión no ha trascendido, aunque todo indica que la intención es tener preparado el Centro de Coordinación Operativa (Cecop), que el viernes pasado tuvo que activarse sobre la marcha.

El concejal de Gobernación, Francisco Fernández, tenía previsto reunirse después con el delegado del Consejo de Alumnos de la Universidad de Sevilla (Cadus), Miguel Escassi, aunque al cierre de esta edición aún no se había producido dicho encuentro. La certeza de que mañana hay convocada otra fiesta obliga a los responsables municipales a adoptar medidas de seguridad, aunque el Cadus pretende contar con la colaboración del Ayuntamiento para que a partir del próximo año la fiesta improvisada se sustituya por un festival cultural que "desemboque" el viernes en una fiesta. "Queremos varios días de actividades con cine, teatro y exposiciones. Y que al final de la semana haya una fiesta en la que los centros universitarios instalen barras de bares para sufragar los viajes fin de carrera", explicó Escassi, quien advirtió de que el objetivo es que la convocatoria no se centre en el consumo de alcohol, como viene ocurriendo en los últimos años.

Los dos grupos de la oposición, por su parte, critican la "improvisación" con la que está actuando el gobierno municipal. "Se sabe que todos los años por estas fechas hay una fiesta de la primavera", advirtió la portavoz del PA, Paola Vivancos, quien criticó la dejadez del Ayuntamiento por no haberse enterado de lo que ya sabían 70.000 jóvenes. Beltrán Pérez, concejal del PP, lamentó asimismo la falta de previsión y pidió la convocatoria urgente de la Mesa por la Convivencia en la Noche de Sevilla. "No hay que evitar las concentraciones, sino la falta de equipamiento y de medidas de seguridad", señaló Pérez.

Alejandro Ruesga

50 hectáreas y ningún delito

El botellón diurno que el viernes reunió en Sevilla a 70.000 jóvenes se celebró en los terrenos conocidos como Charco de la Pava, 50 hectáreas de propiedad estatal que en la Expo 92 se usaron como aparcamientos y que están destinados a acoger a partir de 2007 la Feria de Abril.

En este mismo emplazamiento, mitad asfaltado y mitad sin urbanizar, se han celebrado ya otras fiestas de la primavera, aunque con el consentimiento y la previsión del Ayuntamiento y la policía y con la participación de muchos centros universitarios, que instalaban barras de bar para ganar dinero para el viaje fin de carrera.

Según el fiscal Emilio Llera, la concentración espontánea del viernes no puede considerarse delictiva. "Las reuniones ilícitas son aquellas que se realizan con la finalidad de cometer algún delito o en las que se reúnen personas portando armas", advierte Llera, quien considera que ni si quiera hay lugar para una sanción administrativa a los convocantes, cuya identidad se desconoce.

"Se podría considerar una ocupación de espacio público, pero entonces serían delito todos los botellones", explica el fiscal. Sin delito, a la policía sólo le queda garantizar la seguridad o adoptar medidas para "incordiar" a los jóvenes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_