El cambio político reactiva un alud de demandas de Cataluña

La victoria electoral del PSOE, que bajo el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero se ha comprometido a trabajar por "una España plural", abre nuevas perspectivas para grandes asignaturas pendientes de Cataluña, como la revisión del sistema de financiación autonómica, la reforma del Estatut y la descentralización real de la Agencia Tributaria. Pero, más allá de estas cuestiones, una treintena de demandas y proyectos encallados durante años por la oposición frontal del Gobierno del PP ven allanado el camino hacia una posible solución.

Siete años de espera de una Carta Municipal para Barcelona, pese a la existencia de una ley especial aprobada unánimemente por el Parlament. Las manos atadas de Cataluña para poder mejorar las pensiones de sus ciudadanos. Un paquete aproximado de 120 millones de euros para la comunidad catalana que no llega porque el Gobierno de José María Aznar ha hecho caso omiso a dos sentencias del Tribunal Constitucional que atribuyen a las comunidades autónomas la gestión de los fondos destinados a la formación continua de trabajadores. Y otra sentencia del Constitucional no aplicada por el Ejecutivo central que apunta a la transferencia de competencias a la Generalitat sobre becas universitarias y que pone en sus manos los recursos correspondientes a partir del próximo curso.

La lista es larga. Los años del Gobierno del PP, particularmente los de la última legislatura, en la que este partido gozó de mayoría absoluta, han mantenido en el aire una treintena de proyectos y de demandas que han topado con el rechazo frontal del PP. Este alud de reivindicaciones, en muchos casos compartidas por otras comunidades autónomas, afectan a comerciantes, estudiantes, profesores, Mossos d'Esquadra, jueces, museos, aeropuertos, homosexuales, medios de transporte público en el área metropolitana y hasta al zoo marino. Sobre todos ellos sobrevuelan competencias reclamadas por Cataluña. Es su carta a los reyes al futuro Gobierno de Zapatero.