Londres prevé que la economía británica crezca hasta un 3,5%

El ministro británico del Tesoro, Gordon Brown, presentó ayer en los Comunes sus octavos presupuestos consecutivos con un discurso triunfalista. El ministro, que pudo presumir de un crecimiento del 2,3% en 2002, pronosticó que este año la economía británica crecerá a una tasa de entre el 3% y el 3,5%, prácticamente el doble del ritmo al que se espera que crezcan Alemania y Francia. Según los Presupuestos presentados ayer, la inflación se situará en el 1,75% este año y el 2% en los dos siguientes ejercicios.

Como se esperaba, Brown aplazó al año que viene la próxima evaluación sobre el grado de cumplimiento de las condiciones económicas para entrar en el euro. La moneda europea lleva meses fuera de la agenda política británica y los compromisos de junio pasado, a favor de acelerar la convergencia entre la libra y el euro, se han quedado en casi nada.

Brown presentó un presupuesto sin grandes movimientos en la política fiscal, con un crecimiento adicional de la deuda mucho más moderado que en anteriores previsiones presupuestarias y con un ambicioso plan de reducción y traslado de miles de funcionarios para ahorrar costes.

Aunque las emisiones de deuda alcanzarán los 37.500 millones de libras (56.000 millones de euros) este año y 33.000 el próximo (49.000 millones de euros), subiendo del 33% al 37% del producto interior bruto (PIB), seguirá cumpliendo la doble regla de oro de no superar el 40% del PIB y de destinar todo el dinero de las nuevas emisiones a inversión, y no a gasto corriente. Pero el líder de la oposición, Michael Howard, se preguntó: "Si todo va tan bien, ¿por qué tenemos que endeudarnos tanto?".

Novedad conflictiva

Políticamente, la novedad potencialmente más conflictiva puede ser la reducción de 40.500 empleos en la función pública de aquí a 2008 como consecuencia de la fusión de la agencia recaudadora de impuestos (Inland Revenue) y la encargada de Aduanas y Accisas y una drástica reducción del 30% en los servicios administrativos del Ministerio de Educación.

Este recorte de las plantillas públicas redundará en unos ahorros de 20.000 millones de libras (casi 30.000 millones de euros). Además, unos 20.000 funcionarios serán trasladados desde Londres a otras zonas del país, lo que supondrá un ahorro de 2.300 millones de libras para las arcas públicas. El Estado espera recaudar unos 5.000 millones de libras adicionales a través de la venta de suelo público.

Entre el habitual reparto de ayudas a los sectores más necesitados o más contestatarios, el paquete de medidas más destacado es la concesión de una prima de 100 libras (casi 150 euros) a los mayores de 70 años para compensarles por el elevado aumento de los impuestos municipales, que están creciendo desde hace ya un tiempo a un ritmo mucho más alto que las pensiones de jubilación.

Aunque esas subidas no son responsabilidad directa del Gobierno central, las crecientes protestas de los jubilados estaban empezando a convertirse en un problema político para Gordon Brown.