Un viaje a Granada con los gastos pagados
El PP corre con los costes de campaña de Pilar del Castillo, que cuenta entre sus asesores con personal de su Ministerio
La presencia policial y las cámaras causan cierto alboroto durante la soleada mañana en el barrio granadino del Zaidín. Son las 12.00 y el revuelo de periodistas y agentes anuncian la llegada de alguien importante. Una caravana de tres coches oficiales hace su aparición. Pilar del Castillo, ataviada con un plumífero marrón, acaba de comenzar su paseo electoral.
Tal vez porque el Zaidín es el barrio más populoso y popular de Granada, o porque fue el que dio la victoria a José Torres Hurtado (PP) en las pasadas municipales, la ministra de Educación lo ha elegido para su acercamiento a las masas. El concejal de Mantenimiento del Ayuntamiento de Granada y presidente de la Junta Municipal del distrito, Vicente Aguilera, no se separa de ella y le presenta a los dueños de algunos negocios, que interrumpen su jornada para charlar con la candidata al Congreso.
La primera parada es el bar Lugano. La comitiva, formada por candidatos, alcalde, concejales, asesores, afiliados, repartidores de propaganda y periodistas no cabría en el local, así que su dueño opta por salir a la puerta para atender la ilustre visita. El camarero alaba la política del PP hacia barrio. "Menos mal que nos quitaron el carril-bici que hacía tanto daño a los negocios", dice a la ministra, que le contesta con un discurso sobre reducciones de impuestos y la supresión del IAE (Impuesto de Actividades Económicas).
"Hoy ha sido un día malo", explica Roberto Rodríguez, del gabinete de prensa del Ministerio de Educación, que acompaña a su jefa durante el paseo. "Ha muerto Lázaro Carreter [4 de marzo] y la ministra ha tenido que entrar en directo en todas las radios. Esta misma tarde nos vamos a Madrid para ir al tanatorio". Rodríguez no cobra ni un duro del PP, pero es parte del equipo de campaña con el que, desde que fue proclamada candidata, recorre la provincia pidiendo el voto.
Ministra y candidata
Pero Rodríguez insiste en que Del Castillo distingue nítidamente la campaña de sus viajes institucionales. "Sólo cuando viene a entregar unos premios, por ejemplo, o inaugurar una exposición es el Gobierno el que paga. Todos los gastos de campaña corren de cuenta del PP", afirma el colaborador, quien asegura que no puede estar presente en todos sus actos debido a su trabajo en el Ministerio.
Desde su desembarco en Granada, Del Castillo no ha contado con un centro de operaciones. "En cada viaje cambiamos de hotel", explica su colaborador. "La semana pasada estuvimos en el Santa Paula [el único de cinco estrellas de la ciudad], pero ahora dormimos en el Tryp Albaicín [de cuatro]. Es el partido el que se encarga de reservar las habitaciones, pagar las comidas, etcétera", añade mientras observa a su jefa, que se interesa por las coquinas en una pescadería y departe con las dependientas.
Esta mañana, como todas las de campaña, la candidata se ha levantado a las 8.30. Después de desayunar, se ha reunido con su equipo para analizar la repercusión de los actos de la víspera y ultimar su agenda para hoy. A ese encuentro, además de Rodríguez, asisten miembros del gabinete de prensa del PP de Granada, el número uno al Parlamento Andaluz, Juan de Dios Martínez Soriano, y otros cargos del partido, que la acercan a una provincia en la que, prácticamente, acaba de aterrizar. Aunque, a juicio de su más próximo asesor (Rodríguez), el hecho de ser de fuera, no supone un lastre para Del Castillo en una campaña basada principalmente en temas locales como el déficit de infraestructuras.
Pero ¿cuánto puede costar una campaña como la de la ministra? El secretario de organización del PP de Granada, Antonio Ayllón, que se ha unido al cortejo, dice no poder dar una cifra. "Nosotros recibimos una cantidad de Madrid para organizar los actos de campaña", explica sin dar más detalles. Ayllón admite que no es suficiente y que las trasferencias se tienen que repetir. "También contamos con algunas donaciones de gente que da dinero al partido", añade.
La propia Pilar del Castillo tampoco lo puede explicar. La ministra asegura que no recibe dietas ni justifica sus gastos. "No me preocupo de nada", explica mientras toma el aperitivo con los militantes del PP del barrio de La Chana. "Todo viene organizado desde Madrid". "Pero después de la campaña los gastos quedan muy claros. El partido debe presentar las cuentas para su control", matiza la ministra.
La candidata, tras una entrevista para Onda Cero, cogeel avión para volver a Madrid.
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