Repelente contra los tábanos

Tenía 17 años, mochila, una amiga-novieta, los bolsillos vacíos y ganas infinitas de que pasaran cosas. Con estos ingredientes y en autoestop partió de viaje este joven actor madrileño, que se estrena como chico Almodóvar en la película La mala educación (estreno el 19 de marzo).

Año 2001, Gandía-Cádiz a dedo. Arrancamos.

Fue un viaje de 19 días. Con algunas penurias, de esas necesarias para aprender a valorar bien las cosas. A cada sitio que llegábamos buscábamos la oficina de turismo y pedíamos fotos de las playas. Luego íbamos a las más bonitas. Nos lavábamos en los lavapiés y a veces dormíamos en ellas.

¿No se despertaron nadando?

Casi. Fue en la playa de Bolonia, junto a Los Caños de Meca. Pero cuando estábamos plantando la tienda el dueño de un chiringo nos dijo que si estábamos locos, que con la marea el agua subía 40 metros. Luego nos despertó la Guardia Civil de mala manera. Nos registraron y todo.

Quedarían escarmentados. A dormir, al hotel.

No, qué va. Otro día hicimos noche en una especie de parking de barcos que estaba lleno de tábanos que intentaban acribillarnos a picotazos. Y después, a mi amiga también le picó una medusa, así que cuando regresamos del viaje con tantas marcas su padre me miró de arriba abajo.

Del asunto gastronómico no hemos hablado.

Los dos últimos días nos quedamos sin dinero. Así que fuimos detrás de un hipermercado y esperamos a que cayera la noche, que es cuando en esos sitios tiran la comida sobrante que se va a estropear. Nos inflamos de fruta.

¿Qué debe llevar el equipaje básico del mochilero?

De ropa, los peores trapos que tengas, medicinas básicas, repelente de mosquitos, jabón, cepillo de dientes, walkman, un diario, y a dejar que pasen cosas.