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El Xerez, que lleva 4 meses sin cobrar, deja de entrenarse

La crisis del Xerez Deportivo cumplió ayer un nuevo capítulo con la decisión de la plantilla y el cuerpo técnico de no volver a entrenarse mientras no se retire el expediente sancionador de empleo abierto al preparador físico, Carlos Lorenzana, por criticar al presidente del club, José María Gil Silgado, en uno más de los enfrentamientos entre directiva y empleados y futbolistas, a los que se adeudan las últimas cuatro mensualidades.

El entrenador del Xerez, Esteban Vigo, sostenía en una conversación telefónica en la tarde de ayer que se mantenía la convocatoria del entrenamiento, a las 10 de la mañana. "Igual no es un entrenamiento de campo, podemos hablar y hacer otras cosas", aseguró Esteban. El entrenador ha vinculado su futuro en el club al de Lorenzana: "Ya le hemos dicho al club que el cuerpo técnico siempre saldrá en defensa del preparador físico y es lo que estamos haciendo ahora, dar la cara por él". Lorenzana llamó ayer "rata de cloaca" y "el tonto de la clase" al presidente xerecista.

Gil Silgado, por su parte, manifestó ayer en Canal Sur Radio que la solución a los problemas económicos de la institución aún está muy lejos. "El tema financiero no se arreglará mientras no pueda aplazar el pago de la deuda que el Xerez tiene con Hacienda y con la Seguridad Social", dijo.

La historia reciente del Xerez ha sido, cuando menos, inesperada. En el plano deportivo, ascendió de Segunda B en 2001. Durante esa temporada y con Bernd Schuster como entrenador, su juego le llevó a ser considerado como un serio aspirante al ascenso a Primera.

Problemas y desencuentros con el Ayuntamiento llevaron a que jugaran sus partidos de casa en Sanlúcar de Barramenda. Además, también hubo problemas con los pagos a los profesionales. El club cambió de manos, pero no cesaron los problemas. En este curso, Gil Silgado contrató y despidió a Hipólito Rincón como director general. Ahora su relación está en los tribunales. El Xerez contrató en el mercado de invierno al chino Shang Yi y se descubrió que no sólo no cobraba sino que había pagado 6.000 euros por jugar.

Recientemente, los jugadores han abucheado al presidente en su palco y han vestido camisetas al inicio de los partidos con lemas que le exigían el pago de sus mensualidades. Finalmente, en le edición de esta semana de la revista Interviú, parte de la plantilla ha posado semidesnuda para despertar atención sobre su situación.

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