Joan Baixas prepara para el Fòrum el montaje de crítica y humor 'Fantòtems'

"No sacrificar el espíritu crítico con el Fòrum a pesar de trabajar para él". Esta es la premisa que el artista Joan Baixas se planteó a la hora de abordar uno de los espectáculos que podrán verse durante los 141 días del evento, Fantòtems, protagonizado por seis marionetas gigantes de plástico y bambú. Baixas, director escénico del montaje, reconoce que en el equipo artístico del mismo hay personas críticas con el acontecimiento.

Joan Baixas agradece las facilidades para mantener la crítica "desde dentro", reconoce que les "hace ilusión participar", y adelanta que, en cualquier caso, éste es un espectáculo amable porque está tratado con mucho humor.

En el taller de escenografía de los hermanos Castells en Santa Agnès de Malanyanes (Vallès Oriental) van cobrando forma los seis personajes de Fantòtems, unos seres de entre 5 y 12 metros de altura; la mayoría tienen estructura de bambú y brazos, pies y cabeza de plástico hinchable, aunque alguno ha sido confeccionado íntegramente con este último material. Inspirados en elementos de la cultura popular, como el cómic, los dibujos animados y las marionetas de agua vietnamitas, esta galería de seres gigantescos está capitaneada por Xin-Xin, el protagonista, que aúna el descaro del televisivo Shin-Chan y la valentía de Tintín.

El espectáculo, con un presupuesto de 875.000 euros y producción ejecutiva de Bitó, se estructura en tres escenas independientes de entre y 10 y 15 minutos de duración, que se desarrollan en un lugar diferente: el rompeolas, la Isla Pangea y el puerto de Sant Adrià de Besòs. Cada uno de estos espacios está habitado por unos personajes fijos, a los que Xin-Xin, el único que se desplaza de un lugar a otro, planteará una serie de preguntas. En el rompeolas dialoga con Felissia, una mulata marchosa que desea saber cómo puede conseguir una entrada para el acontecimiento, aunque entre líneas lo que plantea es cómo conseguir papeles. En el puerto, los interlocutores de Xin-Xin son dos currantes, Segura y Tumbao, uno con empleo fijo y otro condenado a aceptar ocupaciones intermitentes. Los habitantes de la Isla Pangea son Mister Bah! y la señora Tintorera, afortunado matrimonio con casa propia. El montaje tiene un carácter interactivo, pues las preguntas que el protagonista plantee a los personajes se extraerán de las propuestas por niños de todo el mundo a través de Internet, irán cambiando a lo largo del Fòrum y se incorporarán cuestiones de actualidad.

Baixas anticipa que los interlocutores de plástico y bambú se escudan a menudo en el "no sabe, no contesta", pero Xin-Xan, que es "un poco gamberro" tiene cierta tendencia a responder por su cuenta, y por allí podría colarse parte de la carga crítica. Sin embargo, anticipa que éste no pretende ser un espectáculo "intelectual", sino aportar "una sonrisa al Fòrum".