La línea 3 del metro, cortada dos días entre Espanya y Plaça del Centre
Las obras de construcción del nuevo vestíbulo de la línea 3 del metro de Barcelona en la estación de Sants obligarán a cortar a partir de esta noche el tramo de esa línea comprendido entre las estaciones de Espanya y Plaça del Centre.
El Departamento de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat informó ayer de que el corte empezará a las diez de la noche de hoy y se alargará hasta el final del servicio del domingo.
En los tramos Zona Universitaria-Plaça del Centre y Espanya-Canyelles funcionará el servicio habitual de metro, mientras que el tramo Plaça del Centre-Espanya se cubrirá con un servicio alternativo de autobuses que llevarán en el frontal el indicador de línea Especial metro L3. Los usuarios que tengan que utilizar el servicio de metro o de autobuses tendrán que hacer transbordo en las estaciones de Plaça del Centre y Espanya.
TMB recuerda que existe la posibilidad de utilizar los enlaces alternativos de Diagonal (líneas 3 y 5) y Catalunya (líneas 1, 3 y Cercanías Renfe).
El horario del autobús especial será el mismo que el habitual de la línea 3. Las obras se enmarcan en la voluntad de la Generalitat de adaptar todas las estaciones de metro a las necesidades de las personas con movilidad reducida.
450 viviendas
El plan de la Illa Robadors persigue convertirse en el motor que active la recién creada Rambla del Raval. El nuevo paseo fue abierto en septiembre de 2002. Las dos son grandes intervenciones urbanísticas ideadas por el Ayuntamiento de Barcelona para esponjar esa zona del Raval que a finales de la década de 1980 llegó a altas cotas de degradación y se convirtió en un lugar muy inseguro marcado por el tráfico de drogas.
Para ejecutar el plan de Illa Robadors se han derribado 450 viviendas de 50 edificios y 93 locales comerciales. Unas 200 familias fueron trasladadas a otros pisos del entorno, mientras que en el caso de los locales, los propietarios o arrendatarios fueron indemnizados. El proceso negociador no ha estado exento de tensiones en algunos casos, según reconocen los propios gestores del plan, la empresa municipal Fomento de Ciutat Vella (Focivesa). El proyecto ha tenido que afrontar la oposición de un grupo de resistentes, como se denominan sus propios protagonistas, contrarios a las grandes operaciones urbanísticas previstas en el Raval.
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