"La transición del Barça será dura"

Michael Laudrup (Copenhague, 1964) casi no da órdenes mientras entrena a su equipo. Confundido entre sus jugadores en un partidillo jugado al primer toque, se hincha a dar pases sin mirar, girando el perfil, en un gesto que le hizo célebre. Su fútbol no tiene fin. Su Brondby se enfrenta hoy al Barcelona, uno de sus dos ex equipos españoles -el otro fue el Madrid- en la Copa de la UEFA.

Pregunta. ¿Qué pasó para que se volviera a enganchar al fútbol?

Respuesta. Nunca pensé en dejarlo por completo. Me encanta y en mi país hay torneos para veteranos. Juego entre 35 y 40 partidos al año. Pero no pensaba en ser técnico. En 2000, el seleccionador danés, Morten Olsen, me pidió que me fuera con él. No perdía nada. Era una prueba gratis. Si me gustaba, podía plantearme ser entrenador. Si no, sería una experiencia más.

"Cruyff quiere mucho al club, pero le gusta hablar de muchas cosas y a veces demasiado"

P. Y le gustó.

R. Sí. En la temporada pasada acepté dirigir al Brondby, mi club de origen. Los primeros seis meses fueron difíciles porque cambié la manera de jugar y a muchos futbolistas. Ganamos la Copa y perdimos la Liga en el descuento. Ahora somos los líderes y hemos eliminado en la Copa de la UEFA al Shalke. En año y medio hemos ido bastante lejos. Y disfruto con este trabajo.

P. ¿Se pueden enseñar los pases que hacía sin mirar?

R. Hay cosas que hacen los grandes, Zidane, Ronaldinho..., que no se pueden aprender, pero hay muchas otras que sí. Los entrenamientos del dream team [su Barça, con Johan Cruyff en el banquillo], con los rondos, los juegos de posición..., son un ejemplo.

P. ¿Le queda mucho de aquella filosofía?

R. Muchas cosas. He tenido la suerte de estar en equipos grandes [Juventus, Barcelona, Madrid y Ajax] con grandes entrenadores y he aprendido de todos. De Cruyff me queda la posición del balón. Yo disfrutaba entrenándome en el Barça y en otros equipos trabajan cosas distintas. La mejor forma de aprender es disfrutando.

P. ¿Qué le queda de Italia?

R. Siempre me ha gustado más el fútbol español. La suerte es que en mi época, y también ahora, ganó muchos títulos. En Italia es diferente: el que gana siempre tiene razón.

P. Usted apuesta por un fútbol de ataque y con extremos

R. Los sistemas los hacen los jugadores que tienes. Puedes utilizar un 4-4-3, pero quizá los tres de delante son centrocampistas. Se podría decir que el Madrid sólo juega con un punta, pero ahí están Zidane, Figo, Beckham.... Juega con un 4-5-1 y no se puede decir que no vaya al ataque porque son ofensivos.

P. ¿Y qué Brondby se encontrará el Barça?

R. Nuestra ventaja es que jugamos primero en casa. Mis jugadores son muy jóvenes y evitaremos los nervios de actuar fuera. Hay que esperar el resultado de la ida, pero

en el Camp Nou no nos suicidaremos.

P. ¿Cómo ve al Barça?

R. El club ha cambiado radicalmente con un presidente y un entrenador nuevos. Hay muchos jóvenes y han fichado a futbolistas con talento. Necesita tiempo. El problema es que lleva cuatro años en blanco. Y la paciencia casi no existe. He visto un Barça muy tenso. Tiene talento, pero no ha funcionado al ciento por ciento. Está mejorando porque tiene muchos jugadores buenos y ya va el cuarto. Estoy convencido de que en un año o dos estará arriba. La transición será dura para todo el mundo.

P. Ronaldinho da pases parecidos a los suyos. Como uno que dio usted en Osasuna y que Romario transformó en gol.

R. Ronaldinho es un gran fichaje y es el mejor ejemplo de que el Barça lo está haciendo bien. Participa en jugadas clave y marca goles. El Barça es un equipo que llegará, que tiene cosas por hacer.

P. Cruyff apoya el proyecto.

R. A él siempre le ha gustado hablar de muchas cosas. Puede que a veces demasiado. Pero quiere mucho a Barcelona y al Barça. Es el técnico que más cosas le ha dado al club. Nadie es perfecto, pero lo que dice es por el bien del Barça.

P. ¿Qué recibimiento espera en el Camp Nou?

R. Cuando volví en 1999, por el homenaje a Cruyff, recibí un trato fenomenal. Esta vez lo haré como técnico. Siempre me preguntan si me decanto por el Barça o el Madrid, pero ¡me ha dado tanto España en siete años! Fueron cinco en un equipo y dos en otro, los mejores de mi carrera.

P. ¿Se entiende desde la distancia la decadencia que ha sufrido el Barça en diez años?

R. Cuando yo fiché, en 1989, el Barça ganaba una Liga cada siete u ocho años. Y, de repente, logró cuatro en cinco más la Copa de Europa. Y la gente se acostumbró a un juego muy bueno. Van Gaal ganó dos Ligas, pero a un nivel inferior. Y hace cuatro años que no hay ni buen juego ni títulos. Es muy duro para una afición habituada a mucho. La gente, diez años después, sigue hablando del dream team y los jugadores del Barça tienen que estar hartos de oír hablar de 'aquel equipo, aquel equipo'... Pero eso no sólo pasa en el Barça.

P. ¿Qué le parece el Madrid?

R. Un gran equipo, pero, como cualquiera, tiene que mirar si la balanza está bien. No puedes jugar con seis delanteros y luego sólo tres detrás. Para mí, ha puesto este año la balanza futbolística al límite.