El ratón se enreda en el cable

Brian Roberts, un agresivo ejecutivo de 44 años, ha puesto patas arriba el mundo de las empresas de entretenimiento atacando, nada más y nada menos, que a la madre de todas ellas, la norteamericana Walt Disney. Desde la presidencia de Comcast, una empresa de cable que, a golpe de talonario, se ha convertido en líder, ha puesto en cuestión el futuro de Disney y el de su controvertido presidente, Michael Eisner, otro mítico ejecutivo, 18 años mayor que él.

Comcast ha ofrecido 60.000 millones de dólares para hacerse con el grupo que cobija a Mickey Mouse y su deuda, pero el consejo ha rechazado una oferta que siembra de incertidumbres no sólo al grupo del famoso ratón, sino a la propia Comcast. Casi ninguno de los matrimonios habidos entre empresas de contenidos y de distribución ha dado los resultados anunciados, a excepción del éxito de Murdoch al unir su imperio mediático de News Corp a Direct Tv.

La OPA hostil enfrenta dos estilos muy diferentes. Frente al dinamismo de Comcast, líder del cable en 22 de las 25 grandes ciudades de Estados Unidos, Disney parecía haber perdido el tren. El éxito de Buscando a Nemo evitó el descarrilamiento.

La oferta llega, además, en horas bajas para su arrogante presidente. El 3 de marzo los accionistas decidirán sobre la continuidad de Eisner en un cargo al que le llevó Roy Disney, sobrino del fundador, hoy abiertamente enfrentado a él.