Una zona de Guadarrama escarpada y muy peligrosa

El entorno donde ayer perdieron la vida Esperanza Aguilar y Felipe Criado es una zona muy peligrosa de la sierra de Guadarrama para los profanos en el mundo del mon-tañismo. "La ruta que probablemente siguieron los excursionistas es muy complicada, si no se lleva el equipo adecuado", confirmó ayer un portavoz del servicio de Emergencias 112.

Los seis excursionistas no llevaban ni camprones ni piolet, aunque muchas veces no basta sólo con llevarlos, sino también con saber usarlos en terrenos escarpados y helados como por donde se despeñaron las víctimas. El terreno helado y la nieve caída complicó aún más las cosas. "Hay que advertir a los que vayan a salir de excursión en los próximos días que las próximas jornadas van a ser muy frías y con posibilidad de que nieve", explicaron desde Emergencias 112.

La Dirección General de Protección Ciudadana de la Comunidad de Madrid ha activado ya el nivel 0 del Plan de Inclemencias Invernales ante la probabilidad de nevadas intensas que podrían llegar hoy a la capital.

Prudencia

Ángel Sevillano, oficial del Grupo de Rescate en Altura de los bomberos de la Comunidad de Madrid, se acercó hasta el lugar del suceso y explicó que los excursionistas "no llevaban el equipamiento mínimo imprescindible para evitar una caída y así poder evitar accidentes tan terribles como éste". Manuel López Sánchez, director general de Protección Ciudadana de la Comunidad, apeló a "la prudencia" de los montañeros. "Con prudencia, equipamiento, formación y todo lo que los técnicos recomiendan, podríamos evitar estas muertes en la montaña", afirmó.

El suceso de ayer no ha sido el único ocurrido este año en las cercanías de Peñalara. El pasado 18 de enero, Fernando Martínez Espeso, policía municipal de Madrid, de 57 años, y Ricardo López Durán, de 35, fallecieron al caerse por una ladera de Peñalara, de más de 300 metros de altura y repleta de cortados y rocas. Los dos muertos formaban parte de un grupo de nueve excursionistas que se perdieron por una zona conocida como La Majada Hambrienta, en el término municipal de La Granja de San Ildefonso (Segovia). Un grupo de 40 personas amantes de la montaña habían decidido pasar el día fuera.

En ese caso, las condiciones climatológicas eran muy duras: nevaba, la ventisca era fortísima, más de 70 kilómetros por hora, y la temperatura no superaban los 10 grados bajo cero.