El fiscal rebaja de 35 a 24 años la pena a los autores de un atraco con rehenes

Tres procesados por atracar en agosto de 2002 una sucursal bancaria de Benidorm y retener al interventor y a su familia en su domicilio doce horas a punta de pistola, y a una treintena de personas durante el asalto, aceptaron ayer cumplir la pena de 24 años y tres meses de cárcel. No obstante, los condenados sólo pasarán doce años en prisión, porque la ley prevé cumplir sólo íntegramente el triple de la pena máxima, que en este caso es de cuatro años por un delito de detención ilegal.

El lunes, la acusación pública y la defensa llegaron a un acuerdo después de que los tres encausados asumieran al inicio del juicio su participación en los hechos. Por su parte, la acusación particular, ejercida por la entidad crediticia, el Banco Popular, y el interventor de la oficina retiraron los cargos sin que hayan trascendido los motivos. El pacto, que frustró la vista oral prevista en la Sección 3ª de la Audiencia de Alicante, propició que el ministerio público rebajase ayer en once años la pena inicial de condena que ascendía a 35 años y cinco meses. Finalmente, los acusados sólo cumplirán la mitad de los 24 años a los que han sido condenados.

Al término del proceso, los tres condenados pidieron excusas a los afectados. Uno de ellos, a través de su letrado, justificó su actuación en su adicción a la ludopatía y en la situación calamitosa a la que derivó a su familia por causa de su enfermedad.

El tribunal considera probado que los condenados para la ejecución de su asalto retuvieron, a punta de pistola, al interventor y a su familia, durante doce horas. De la misma forma, en el transcurso del atraco, los asaltantes camuflados maniataron a una treintena de personas, entre clientes y empleados. Uno de los agentes, que frustraron finalmente el robo, resultó herido.