"No nos avergüenza colaborar con el PP"

Paulino Rivero Baute (El Sauzal, Tenerife 1952), presidente de Coalición Canaria (CC) y alcalde de su pueblo natal desde 1979, encabeza la candidatura de los nacionalistas canarios al Congreso por Santa Cruz de Tenerife. El ex presidente del Gobierno canario, Román Rodríguez, lo hace por Las Palmas. En el último año, Rivero también ha asumido la portavocía del Grupo Canario en las Cortes, desde que su titular, José Carlos Mauricio, fuera nombrado consejero de Economía y Hacienda en el Gobierno que preside en las islas Adán Martín Menis.

Pregunta. ¿Qué papel cree jugar en el Estado la fuerza que representa?

Respuesta. Los planteamientos del nacionalismo canario los impone nuestra geografía, una situación singularizada en la propia Constitución española y en el Tratado de la Unión Europea. Esa situación geográfica requiere medidas legislativas y económicas diferentes del resto del territorio. Para plantear esas diferencias en el Congreso es necesaria una fuerza política canaria propia. Si en algún lugar del Estado tiene absoluta solvencia un movimiento nacionalista es en Canarias. Es aquí donde tienen más justificación reivindicaciones de competencias en tráfico aéreo interinsular, en la gestión compartida de sus aeropuertos, en comercio exterior, especialmente para generar desarrollo en África y paliar el drama de la inmigración clandestina, en contar con representación canaria entre las delegaciones españolas ante la Unión Europea.

"Se han logrado para las islas más beneficios en dos legislaturas que en 500 años de historia"

"El principal error de Aznar ha sido la tozudez con que ha llevado algunos asuntos"

P. ¿Por qué Coalición Canarias se arroga el lema de ser la voz de Canarias? ¿Qué hay con los diputados canarios adscritos al Partido Popular, PSOE e Izquierda Unida?

R. Con la máxima claridad y respeto, aunque son tan canarios como nosotros, están hipotecados a su obediencia a un partido de ámbito estatal, con una visión uniforme para toda España, mientras nosotros ofrecemos planteamientos sobre Canarias tan sensatos que nos los apoyan todas las fuerzas políticas.

P. ¿Qué valoración hace de esta última mayoría absoluta?

R. El Partido Popular actuó inteligentemente al principio de esta legislatura, con concesiones y un acuerdo global con Coalición Canaria y Convergència i Unió (CiU), hasta que la borrachera de la mayoría absoluta les fue mareando a medida que pasaban los días. Este último año se han cometido errores de principiante, con ausencia de diálogo. Las formas son muy importantes en política y mucha de la buena gestión de estos últimos años, como la creación de millones de empleos o la lucha antiterrorista, ha quedado ensombrecida por la prepotencia. Si la mayoría del Gobierno hubiera dependido de Coalición Canaria, no se habría producido nunca una acción militar española de invasión de Irak fuera del amparo de Naciones Unidas.

P. ¿Por qué el nacionalismo moderado y constitucional que propugna Coalición Canaria no ha dejado hueco en las islas a movimientos más radicales?

R. Nuestro primer objetivo es defender las especificidades de Canarias, con la disposición de contribuir a la gobernabilidad del Estado. Hemos ejercido responsablemente durante dos legislaturas, con colaboración, cuando éramos imprescindibles y cuando hemos sido convenientes. En Canarias no hay más hueco para otros movimientos nacionalistas si sigue habiendo sensibilidad para entender nuestros problemas. Muchas veces, en todos los ámbitos del Estado, desde la política hasta los medios de comunicación, no se ha valorado suficientemente lo que ha significado que en Canarias exista una fuerza política nacionalista, de centro progresista, que respeta las reglas del marco constitucional, que es la voz de los canarios en Madrid. Somos un territorio a 2.000 kilómetros del Continente, apenas a 100 kilómetros de África. Hemos sido fundamentales para abortar movimientos que sí tenían mucha fuerza a finales de los años setenta, y eso no se entiende suficientemente, máxime si comparamos los problemas que existen con otros territorios.

P. ¿Entonces no cree que Coalición Canaria haya pagado un alto precio por su entrega al Partido Popular?

R. No nos avergonzamos de esa colaboración, todo lo contrario. Los principales errores del Gobierno de José María Aznar han sido de formas, de tozudez con la que ha conducido algunos asuntos. Sólo en los últimos cuatro años hemos votado en contra del Partido Popular hasta en treinta ocasiones distintas, como en lo relativo a la catástrofe del petrolero Prestige, la invasión de Irak, la reforma laboral o las parejas de hecho, donde presentamos nuestra propia iniciativa. El tiempo nos ha dado la razón y demostrado que estaban equivocados. Coalición Canaria ha logrado para las islas más beneficios en las últimas dos legislaturas que en los últimos 500 años de Historia.

P. ¿Qué medidas propone Coalición Canaria para combatir la inmigración clandestina hacia las islas?

R. Se ha avanzado con medidas como el sistema de vigilancia que se está instalando, con la futura policía de frontera y con la agencia de control de costas. Pero entendemos que sólo hay un camino para afrontar este fenómeno: cooperar, generar desarrollo en el África más cercana que redunde en riqueza y estabilidad. Para acabar con las mafias responsables del drama de decenas de personas muertas, hay que exigir contundentemente a Marruecos el control de sus fronteras. Se ha avanzado algo, pero no es suficiente con su disposición. Hay que ser inflexibles para que se cumpla con hechos. Que se le preste la ayuda necesaria, pero que cumpla sus compromisos. Entendemos que España y la Unión Europea disponen de los mecanismos. Si Marruecos se beneficia de una potente relación comercial, con convenios privilegiados, es ahí donde hay que presionar y exigir un compromiso para atenuar el fenómeno.

P. Muchas voces de su propio partido consideran que favorecer a Marruecos es hundir a Canarias

R. Pues no es así. Europa y España tienen que entender que somos su frontera sur. Habrá que arbitrar todas las medidas necesarias para proteger sectores canarios, como la agricultura del plátano y del tomate, con ayudas al transporte de mercancías hasta el Continente. Es un disparate darle la espalda a Marruecos o a todo el África cercana. Los problemas hay que afrontarlos solidariamente. El desarrollo y estabilidad política, económica y cultural de Marruecos repercutirá en unas mejores condiciones de vida de su gente.