"Necesitamos un título para crecer"
Siempre quiso ser futbolista. Argentina jugaba en Sarrià, en el Mundial de 1982, y él, en su barrio de Bajo Belgrano (Buenos Aires), prefería ver los partidos de la selección en la televisión antes que los dibujos animados. Luego, cuando empezó en el fútbol sala, sus padres le chantajeaban: "La tarea acabada o no hay pelota". Roberto, Cacho, su viejo, le hablaba de Francescoli y él, Javier Saviola, pegaba la foto del Burrito Ortega en su habitación. Murió su padre cuando él llevaba una semana en el Barcelona. Han pasado tres años, ha metido 51 goles y su vida ha pasado por mil vicisitudes. Pero no olvida ni sus lecciones ni de donde viene, aunque, a sus 22 años, sea el delantero centro del Barça. "Mi padre era maestro de obra y tuvo que dejarlo cuando en mi país las cosas empezaron a ir mal económicamente. Trabajaba en un taxi y sé que sería feliz sabiendo que yo lo soy".
"Desde que estoy en el Camp Nou, he tenido cuatro técnicos. Así es difícil tener continuidad"
Pregunta. No lo demuestra, pero es sabido que no pierde de vista la realidad social del mundo. ¿Tomó conciencia de ella cuando era pequeño?
Respuesta. Mi familia no tuvo muchos problemas durante la dictadura militar. Yo era un niño, pero me contaron que fue una época complicada por las torturas, por la cantidad de gente que murió. Siempre me ha interesado la realidad social. El futbolista es un ciudadano más, por muy famoso que sea. Trato de informarme por la televisión, por los periódicos y por Internet de lo que sucede en Argentina. Por estar donde está, uno no es ajeno a lo que sucede en el mundo.
P. ¿Por eso dijo un día que al único que no le dedicaría un gol sería a un torturador?
R. Claro. El gol es alegría y esa gente no se lo merece.
P. ¿Era consciente del hecho diferencial catalán cuando fichó por el Barcelona?
R. No; lo descubrí acá. Para mí, los españoles eran gallegos. Pensaba que España era una sola cosa. Descubrí al llegar cómo se maneja el catalán, que es muy patriota y defiende lo suyo. El Barça también me sorprendió para... bien. No pensé nunca que fuera tan grande, que existiera un entorno como éste. Tampoco, que fuera tan lindo jugar en el Barça por mucho que lo imaginara. Tampoco esperaba según qué cosas, no tan lindas, como tener que acabar en un juzgado [se dirime una demanda por el reparto de las comisiones que se pagaron en su fichaje por el club azulgrana]. He madurado. Tengo las cosas más claras y paso de los comentarios y rumores que salen en mi contra. Intento tener la cabeza bien fría.
P. ¿Cuál es su balance en su tercera temporada en el Camp Nou?
R. He pasado por distintos técnicos y diferentes esquemas de juego. En el River Plate estuve dos año y medio y tuve dos entrenadores. Desde que estoy en el Barça he tenido cuatro técnicos. Cuando esto sucede, tener continuidad es difícil. Aunque soy consciente de que este club se rige por los resultados. Hay mucha presión. La afición es exigente. Ser entrenador del Barça no es nada fácil. Lo mejor que me puede pasar ahora es ganar un título.
P. ¿Ve lejano ese título?
R. Uno tiene que ser optimista. Toca pelearse por entrar en la Champions. Si se logra, podremos decir que hicimos una gran temporada, porque la Liga es prácticamente imposible. Ganar la Copa de la UEFA serviría para crecer más como equipo.
P. ¿Cómo se explica un cambio tan brusco en el Barça, que ha sumado 13 de los últimos 15 puntos?
R. Se ha conseguido tener una continuidad y una estabilidad en el equipo. Ése es el secreto para creer en el grupo.
P. ¿Son más pragmáticos?
R. Sí. No hacemos un fútbol espectacular, pero sumamos. En Sevilla, por ejemplo, como en Pamplona, no se jugó bien, pero se ganó. En cambio, puede ser que ante el Atlético lleguemos a hacer buen fútbol. El Atlético es un equipo que quiere la pelota.
P. ¿Qué le pide Frank Rijkaard?
R. Movilidad en la punta del ataque, que no sea estático. Y que ayude al grupo a presionar.
P. Ha marcado usted 51 goles con el Barça. ¿Suficientes?
R. No llevo la cuenta. Creo que está bien.
P. ¿El don para el gol se entrena o se educa?
R. Hay que buscarlo. Los delanteros tienen que ser listos; estar atentos a un rechace, a un despiste de la defensa o del portero para tener la posibilidad de marcar.
P. Le beneficia la lesión de Kluivert.
R. Patrick era el titular y yo el segundo delantero. Entré por su lesión, tuve continuidad y he marcado. Y eso da confianza.
P. ¿Le ha sorprendido Ronaldinho?
R. Ronaldinho es un monstruo. Disfrutas teniéndole en el equipo. Es un jugador completo, distinto y ganador. No sólo juega con la pelotita, sino que grita mucho y se ofrece. Junto a él, uno se siente bien.
P. ¿Es el galáctico del Barça?
R. No me gusta esta palabra. Ronaldinho es muy buen futbolista, como lo son Kluivert o Xavi...
P.¿Es batible el Madrid?
R. Se le puede ganar. Pero es un equipo que, de mitad del campo hacia arriba, es determinante. Quien gusta del fútbol disfruta viendo jugar al Madrid. Uno se da cuenta de que puede encontrar algo distinto en Zidane, en cada jugada, o en la efectividad de Ronaldo. El Madrid es un equipo bastante completo, uno de los mejores del mundo.
P. ¿Cuál es el defensa que mejor le ha marcado?
R. Ayala, el central del Valencia. Es un defensor durísimo y en el uno contra uno complicado de superar. Sé que tuvo posibilidades esta temporada de venir al Barça, como Aimar. Siempre hablamos por teléfono Pablo y yo sobre esta posibilidad. Sería lindo volver a jugar juntos en el River o en cualquier otro club. Quizás, algún día.
P. En la Liga española o quizás en la italiana, ahora que está tramitando nacionalizarse y convertirse en jugador comunitario.
R. Prefiero el fútbol español porque tiene más nivel. El italiano es demasiado complicado.
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