"Hola, buenos días, soy Carmen Alborch"

La campaña socialista del puerta a puerta arrancó ayer en el barrio Nou Moles de Valencia, uno de los enclaves electorales del partido. "Hola, buenos días, soy Carmen Alborch", fue la presentación que la cabeza de lista del PSPV-PSOE a las generales del 14-M empleó ayer de salvoconducto para visitar un bloque de viviendas en la calle de la Orden del Císter. Le acompañaban Rafael Rubio, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Valencia, y otros candidatos como Carmen Montón, Segundo Bru o María Antonia Armengol.

A diferencia de la campaña de 1993, en la que los agentes electorales salían escaldados de más de un domicilio, Alborch fue bien recibida por los vecinos a pesar de la nube de colaboradores y medios de comunicación que la seguían.

"La conozco de oídas", le dijo un ama de casa de mediana edad cuando en el recibidor de su casa la ex ministra le entregó el kit electoral (una bolsa con el programa, unos globos y caramelos). Unos pisos más arriba, José, retirado hace 20 años, la reconoció nada más abrir su puerta. Alborch pasó al pequeño salón. "Creo que le hemos invadido la casa", dijo, y conoció a Luisa, la dueña, enfrascada en la compostura del traje de fallera de una de sus nietas.

"Les pido que se lean el programa con interés porque tiene propuestas muy buenas", comentó la candidata interesándose por su situación. "Somos dos personas de edad, pero afortunadamente no tenemos problemas económicos. Son pocas nuestras necesidades", respondió José atendiendo el interés de Alborch. "Y la salud, ¿qué tal?", siguió la ex ministra. "Bien, estamos bien". José despidió a la candidata agradeciéndole la visita, pero advirtiéndole que con ellos no iba a ganar adeptos. "Somos de izquierdas y siempre lo hemos sido", declaró abiertamente.

Otro de los inquilinos del bloque se declaraba sin tapujos simpatizante: "A mí no tiene que convencerme, soy de Los Isidros, la aldea más socialista de Requena".

Pero la visita más curiosa fue la que la candidata hizo al hogar de Araceli, nacida en León y residente desde hace 38 años en Valencia. Araceli, viuda, contó a la ex ministra que procedía de un pueblo cercano al del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en León, lo que sorprendió gratamente a toda la comitiva. El ama de casa le pidió a Alborch que le firmase uno de sus libros, pero finalmente no lo encontró. "No se preocupe porque volveré aquí con Zapatero y se lo firmaremos los dos, se lo garantizo", subrayó la candidata que, a punto de abandonar el edificio, fue agasajada por Araceli con una empanada recién horneada que probó toda la comitiva.

Ya en la calle, la cabeza de lista por Valencia continuó repartiendo las bolsas electorales. De dos vecinas escuchó la necesidad que tiene la zona de un semáforo para facilitar la circulación de los peatones, instalaciones deportivas y un aparcamiento. Rafa Rubio anotó las sugerencias. Los socialistas continuarán este puerta a puerta en los barrios de Fuensanta, Sant Marcel.lí, Cruz Cubierta, el Marítimo y Orriols-Benicalap, entre otros.