Tres maestros

La propuesta de la ONE para esta semana era muy atractiva: tres grandes autores con obras de carácter dramático pertenecientes a la primera mitad del siglo XX: los Lieder sobre textos de Rückert, de Mahler (1901-1903), la Sinfonía número 1, de Shostakovich (1926) y la Fantasía sinfónica sobre la ópera La mujer sin sombra, de Strauss (1946). Al frente, el maestro rumano Christian Badea, ya conocido por nuestros filarmónicos, que garantizó un buen nivel interpretativo desde su talante efusivo y de acusada musicalidad. Para Mahler contó con el barítono Dietrich Henschel (1970), quien pese a un catarro derrochó buen arte, belleza vocal, exquisito fraseo y contrastados caracteres. Así los extraordinarios lieder mahlearianos, de tanta belleza melódica como sorprendente tratamiento instrumental, conmovieron a la audiencia. En el caso de Strauss, su excelente síntesis orquestal de La mujer sin sombra, ópera sobre argumento y libreto de Hofmannsthal, reconocimos, una vez más, su grandeza, refinamiento y magisterio. La versión de Shostakovich fue largamente aplaudida.