España, contra las cuerdas
Tras la derrota en el doble, el G-3 duda entre Robredo y López para encarar hoy a Novak
Puede que compongan un doble para el futuro. Las expectativas van por ahí. Sin embargo, Tommy Robredo y Rafa Nadal perdieron ayer frente a los checos Jiri Novak y Radek Stepanek en tres mangas y dejaron a España a una derrota de tener que jugarse la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis. "Estamos dentro del guión", afirmó, sin embargo, Jordi Arrese, el capitán; "no escondemos que el partido contra Novak nos crea un serio problema. Pero, si lo salvamos, estoy convencido de que ganaremos la eliminatoria".
Ni Arrese ni ningún miembro del G-3, el grupo de tres responsables del conjunto español, quisieron definirse sobre lo que hoy pueda ocurrir. Se especulaba con el hecho de que Feliciano López podría ser el elegido para enfrentarse al número uno local porque Robredo lleva un historial desastroso frente a él. Sus tres partidos han sido tres derrotas del catalán, que, en el mejor de los casos, ha ganado sólo seis juegos. En cambio, López le ha superado las dos últimas veces que se han encontrado, ambas en superficies duras y la última, en Basilea, en una cubierta. Su saque es una garantía en canchas tan rápidas. Nadie duda de que el último punto lo jugarán Nadal y Stepanek si es decisivo. Y la confianza en el balear es total.
"Estoy preparado para enfrentarme a cualquier rival", dijo ayer Novak, el 14º del mundo, tras la victoria checa en el doble; "lo único que me preocupa es mi juego. Y estoy convencido de que estaré a mi mejor nivel para asegurar el triunfo". Su punto bastaría. Pero Arrese insistió: "Podemos ganar". Y lo argumentó: "Novak ha realizado un gran esfuerzo y puede estar tocado. Y tanto Robredo como López, si al final es el elegido, estarán muy fuertes física y mentalmente. Estamos valorando todo eso".
Ésa es la situación que ha creado la derrota en el doble. Robredo y Nadal, protagonistas incuestionables de esta eliminatoria por las ausencias de Juan Carlos Ferrero y Carlos Moyà, lesionados, volvieron a ilusionar. Pero la realidad que marcan los números es que el mallorquín, la gran esperanza del tenis español, aún no ha ganado ningún set en la Copa Davis. Ha estado cerca, eso sí, tanto en su partido individual como en el de dobles de ayer. Y su moral sigue tan firme como el primer día o tal vez más, porque tiene una mentalidad fuerte y es capaz de positivizar todas las vivencias. Algo parecido a lo que hacía en su época Arantxa Sánchez Vicario.
La pareja española aguantó el tirón de la checa y la acorraló en momentos puntuales: cuando dispuso de una bola de set con 5-4 y ventaja en la segunda manga o cuando tuvo una de break en el octavo juego de la misma y en el noveno de la tercera para colocarse con 4-5 y el saque. Sin embargo, todo se les fue diluyendo a Robredo y Nadal entre las manos, más por el juego de Novak, que estuvo brillante, que por sus errores. El dúo dio una cierta sensación de fragilidad que se puede ir corrigiendo si se le da continuidad. Robredo mantuvo un buen tono de juego, pero Nadal estuvo excesivamente acelerado e impetuoso y eso le llevó a cometer algunos errores impropios de su calidad. Pero ambos dejaron claro que entre ellos hay buenas sensaciones; que la química, indispensable para un doble, funciona.
"Para mí", dijo Nadal, de 17 años, "el doble es importante porque me abre la puerta de la Copa Davis. Jugar los individuales, con Ferrero y Moyà ahí, es casi imposible. Pero el doble puede permitirme estar en el equipo. Y, además, me ayuda en mi juego: estoy mejorando el saque, la volea y el resto". También Robredo, de 21, quiere seguir jugando con Nadal en el circuito, más por la segunda razón que por la primera. "Lo haremos cuando coincidamos en los torneos", dijo el de Hostalric (Girona). Hasta ahora han ganado un torneo, el de Chenai, y alcanzado los octavos de final en el Open de Australia.
"Para mí", concluyó Arrese, "ellos dos son un gran proyecto de futuro para el equipo español: quieren jugar el doble en la Copa Davis y lo hacen bien".
El largo recorrido en busca de un doble parece, pues, haber terminado. Al menos, por el momento. Porque, si hoy pierde en Brno, España deberá disputar la permanencia en el Grupo Mundial el próximo mes de septiembre. Y entonces podrían haber cambiado muchas cosas.
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