Difícil tesitura española en Brno

Tras la final que en diciembre disputó en Australia, el equipo español de Copa Davis afronta a partir de hoy una difícil primera ronda que podría llevarle incluso a jugar la permanencia en septiembre. El duelo entre la República Checa y España está mediatizado por las notables ausencias de Juan Carlos Ferrero, segundo jugador mundial, y Carlos Moyà, séptimo, lesionados. La eliminatoria queda en manos del mallorquín Rafael Nadal, de 17 años, que abrirá la cita frente al número uno checo Jiri Novak (16º mundial) en el que será el debú del tenista más joven de la historia española en el torneo, desbancando a Manuel Orantes y a Lis Arilla, que lo hicieron con 18 años. Tommy Robredo, el número uno español, se enfrentará después a Radek Stepanek.

"Confiamos plenamente en Nadal", aseguró ayer Jordi Arrese, capitán español. "Tenemos un equipo joven, pero con mucha calidad e ilusión". Josep Perlas, otro miembro del G-3, agregó: "La elección de Nadal ha sido un golpe de efecto. No contaban con ello y pueden sentir presión para vencerle. Le elegimos por su calidad, su entusiasmo y el ritmo que impone en la pista".

Tanto el G-3 como los jugadores aceptaron las ausencias de Ferrero y Moyà como algo que les vino impuesto. "Con ellos dos nuestras posibilidades habrían aumentado", dijo Arrese. "Esta vez pongo la mano en el fuego por ellos", señaló Perlas. "Los dos están confabulados en este proyecto". Robredo aceptó la responsabilidad: "Aunque no estemos, quizás, en la próxima eliminatoria, si ganamos habremos sido protagonistas en el equipo español".

El doctor Ángel Ruiz Cotorro, médico del equipo, afirmó ayer que Moyà y Ferrero no tenían posibilidad alguna de haber jugado esta eliminatoria. "La recuperación de Moyà fue muy rápida en las primeras 24 horas, tal como suele ocurrir en este tipo de lesiones, y eso le hizo pensar que hubiera podido jugar si le hubieran aplazado su primer partido en el Open de Australia, pero no era así", indicó Cotorro. "Cuando llegó a Barcelona descubrimos una lesión parcial de dos fascículos del ligamento lateral externo de su tobillo derecho. Es decir, un esguince de grado dos".

Sobre Ferrero afirmó que el jugador sufría una rotura fibrilar del tercio medio superior del izquiotibial izquierdo.