Un subcontratista del Atrium admite ante la juez descoordinación en la seguridad de las obras

El dueño de una de las subcontratas del hotel Atrium Beach admitió ayer ante la juez descoordinación de las medidas de seguridad en las obras. Emilio Veintemillas, propietario de una firma de montacargas, declaró, en calidad imputado, ante Paz Fernández, titular del Juzgado número 1 de La Vila Joiosa, que investiga la muerte de dos operarios en un accidente registrado en el complejo hotelero, que comenzó a levantarse sin licencia municipal en la Cala de Finestrat. Al término de la declaración, la magistrada mantuvo la imputación al empresario.

Emilio Veintemillas compareció ante la magistrada a propuesta del fiscal de delitos laborales de la Audiencia de Alicante, Miguel Gutiérrez, que imputa al empresario un supuesto delito contra la seguridad de los trabajadores. Veintemillas dirige una empresa de elevadores para la que trabajaban los dos operarios fallecidos el 17 de septiembre de 2003 en un accidente laboral registrado en las obras del complejo hotelero.

Según fuentes judiciales, el imputado aseguró a la magistrada que su empresa cumplió las medidas de seguridad previstas que recoge la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. No obstante, el empresario admitió que "no recibió" ninguna orden ni orientación sobre las medidas de seguridad globales que tenía que observar en la obra por parte de ningún coordinador de salud laboral. Esta figura es preceptiva en obras de la envergadura del Atrium Beach.

Tras la declaración del empresario, las diligencias proseguirán con nuevos imputados, en este caso todos los responsables y coordinadores de salud laboral relacionados con la seguridad del montaje de los ascensores. El ministerio público también está pendiente de averiguar, sin margen de error, cuál es la constructora principal del mastodóntico complejo hotelero para decidir abrir o no diligencias sobre sus responsables.

Una semana antes del doble accidente mortal, falleció otro peón al precipitarse desde 20 metros de altura. El operario también trabajaba para la firma del empresario Emilio Veintemillas. Este caso lo instruye el Juzgado Número 2 de La Vila Joiosa. Las partes están a la espera del informe de la Inspección de Trabajo para determinar qué tipo de diligencias solicitan al juzgado.

El fallecimiento de los tres operarios llevó a la Dirección General de Trabajo de la Generalitat Valenciana, el 18 de septiembre de 2003, a paralizar las obras, después de que el Ayuntamiento no ejecutase las siete órdenes de paralización dictadas por su propio departamento de Urbanismo. La paralización de las obras del proyectado como el hotel más grande de Europa fue refrendada por un Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Alicante que, además, ordenó el precinto de las obras.