El turismo reacciona para salvar la crisis
En 2003 subieron los ingresos el 4,1%, pero las empresas perdieron margen por la guerra de precios
El turismo vivió su Waterloo particular el 11 de septiembre de 2001. Ese fatídico día en que se derrumbaron las torres gemelas de Nueva York se tambalearon los cimientos de la primera industria nacional (el 12% del producto interior bruto español y el 11% del empleo) así como los sectores colindantes como las aerolíneas que van muy unidas al fenómeno turístico.
El sector vio la orejas al lobo y se puso a trabajar. Las cifras de 2002 con un retroceso de los ingresos del 2,9%, encendió las alarmas, sobre todo porque los precios españoles dejaban de ser competitivos con respecto a otros destinos mediterráneos.
Las cifras de 2003, sin ser espectaculares, permiten presentar un nuevo panorama y sentar las bases para un nuevo despegue y quizá bases más sólidas. Al menos, ese es el diagnóstico que comparten Administración, empresas, sindicatos y expertos. Hace un año las empresas reconocieron públicamente que España debía reconstruir su imagen como destino turístico, mejorar la competitividad de la industria y atraer a un turismo de mayor poder adquisitivo. Hacia eso se camina, tal y como se ha puesto de manifiesto en Fitur que hoy concluye, la feria que reúne cada año en Madrid a los protagonistas del sector.
El 50,3% de los turistas extranjeros vienen a España sin ligarse a un paquete turístico
El turismo interno de los españoles ya supone el 4% del total del negocio del sector
A pesar de que la entrada de turistas solamente creció el 0,3% en 2003, (52,5 millones) los ingresos lo han hecho el 4,1% hasta octubre (31.000 millones de euros) ritmo que se espera hasta final del año. Esta mejora de los ingresos se ha hecho, según los empresarios, a base de reducir los márgenes, lanzar ofertas y luchar por el cliente. Los precios de los hoteles (el 64,7% de los turistas duermen en estos establecimientos) que en 2002 subieron el 5,2% solamente lo hicieron en un 2,1% el pasado año.
El turismo procedente del Reino Unido (16,1 millones de personas, el 30% del total) con un crecimiento del 9,7%, ha compensado la bajada de turistas alemanes (3,2%) de los franceses (5,1%) y de los italianos (5,4%). Otro importante elemento para salvar el año fue el turismo interno de los españoles. Según ha señalado José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, que aglutina a las principales empresas turísticas, la demanda interna, es decir, el gasto de los españoles, supone el 45% del total de la facturación del sector. Son datos estimativos ya sobre este aspecto no hay datos oficiales, precisa Zoreda.
Las empresas turísticas españolas se han puesto a competir y se han despabilado por la amenaza latente del exceso de oferta hotelera, el atractivo de otros destinos mediterráneos a mejor precio y las advertencias del Gobierno sobre los altos precios que inflaron las cifras del IPC de 2002. Y esa competencia ha hecho que, según Exceltur, el 57,3% de los empresarios hoteleros manifieste que ha reducido sus beneficios, proceso idéntico que han sufrido el 84,6% de las aerolíneas y de alquiler de vehículos. Se ha salvado el sector de agencias de viajes por la demanda de los turistas españoles.
El ejercicio de 2002 encendió todas las alarmas: por primera vez en la historia el turismo tuvo una aportación negativa en dos décimas al crecimiento general de la economía española. Este dato aportado por el Indicador Sintético del Turismo (ISTE) que elabora Exceltur y que ha sido reconocido como un medidor fiable por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el año 2003 las tornas han cambiado. Según ha explicado José Luis Zoreda, el ISTE subió el 1,7% en el año 2003, lo que permite aportar dos décimas al crecimiento del 2,3% que ha tenido la economía española en 2003. Es más, Zoreda, se atreve a pronosticar que se mantendrá esa aportación del sector, que representa cerca del 12% del PIB, seguirá aportando dos décimas al crecimiento de la economía en el presente ejercicio.
Aunque el año 2003 no haya sido espectacular, el mercado español ha sido el que mejor se ha comportado como destino de los líderes mundiales. España ha mantenido el segundo puesto como destino mundial, detrás de Francia y el segundo por ingresos después de Estados Unidos.
Las cifras del 2002 alertaron a las empresas y a la Administración que reconocían que la locomotora turística no carburaba. El gasto medio por turista bajó el 5,5% y las empresas españolas cayeron en la cuenta de que el modelo de turismo que ofrecían no era competitivo en la relación calidad-precio. El sector se ha dado cuenta que había que moderar precios en los hoteles de una subida del 5,2% en 2002 ha pasado una subida del 2,1% en el año 2003, hecho que fue resaltado por el secretario de Estado de Economía y Turismo, Francisco Utrera, como uno de los ejes del futuro del turismo en España junto con una mejora de la calidad de los servicios y el fomento del turismo cultural, idiomático, el de salud, de bienestar y el de naturaleza, sin repuntar precios. Los hoteleros dicen que su margen de beneficio ha caído pero el secretario general de Turismo, Germán Porras, ha dicho en el Fitur que el precio medio por habitación ha subido el 2,7%.
La estructura del negocio del turismo que viene a España ha cambiado sensiblemente, ya que el 53,3% del total de los turistas vinieron en 2003 sin ligarse a un paquete turístico, lo que debe ser motivo de reflexión por el turismo español muy dependiente de los grandes operadores turísticos de sol y playa.
Internet ha hecho que cada vez más turistas se organicen los viajes y las vacaciones por su cuenta fuera de los canales tradicionales. De hecho, en el año 2005 está previsto que el 75% de los alojamientos españoles tengan Internet, medio que en el turismo va en fuerte aumento.
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