"En el Madrid no pintaba nada"

Albano Iván Bizarri (Etruria, Argentina 1977) es el futbolista más en forma del Valladolid. Hoy tiene enfrente al equipo con el que llegó a la Liga española y en el que vivió un calvario personal que terminó con la aparición de Casillas y su traspaso al club vallisoletano. Pero las cosas no fueron mucho más fáciles y hasta llegar al día de hoy ha tenido que salir de varios agujeros. Dos entrenadores, John Toshack y Pepe Moré, renegaron de él, el primero públicamente, y sólo con Fernando Vázquez ha conseguido la confianza y la tranquilidad necesarias para demostrar que es un buen portero. No tiene el gen de los guardametas argentinos, es más sobrio, menos espectacular, y más fiable. Por ello es una de las opciones que tiene su actual club para terminar de sanear su economía y su futuro puede estar lejos de Valladolid

"Casillas es un pibe con la cabeza muy bien amueblada y uno de los mejores del mundo"

Pregunta. El de hoy frente al Madrid no es un partido más para usted, ¿no?

Respuesta. No, no lo es ni para mí ni para nadie y más si has estado en el Real Madrid. La motivación es mayor por la trascendencia, por los jugadores que tienes enfrente, y por todo lo que rodea a estos partidos.

P. Desde que se marchó hace ya cuatro años todo ha cambiado una barbaridad en el Madrid.

R. Sí, la política del club es distinta ahora, pero el Madrid es tan grande en este momento como lo era cuando yo estuve allí.

P. Sin embargo, la época que le tocó vivir fue muy complicada.

R. Yo, cuando llegue, se suponía que iba al banquillo. Entonces tenía sólo 21 años, pero comencé jugar y participé en 10 o 12 partidos. Las cosas me salieron muy mal y lo peor es que no tuve opción de revancha porque entró Casillas y comenzó a jugar de maravilla. Me di cuenta de que en el Madrid yo no pintaba nada y subí a las oficinas y dije que me quería marchar.

P. ¿El peor recuerdo tiene que ver con aquel partido en Vallecas, en el que tuvo algún error de bulto y su entrenador entonces, Toshack, salió a la sala de prensa a hablar mal de usted?

R. No, para nada, esas cosas terminan por olvidarse. El peor recuerdo es que a mí las cosas me salieron muy mal en muy poco tiempo, que no pude demostrar nada y lo que te queda es la incertidumbre de lo que hubiera podido ocurrir sin esos tres o cuatro fallos, dónde estaría yo ahora. También hay recuerdos buenos porque ese año ganamos la Champions y hay cosas que no te las quita nadie. Pero lo peor es eso, qué habría ocurrido sin esos fallos. Me sirvió para madurar como persona. Para mí es un orgullo haber sido capaz de levantarme como futbolista después de todo lo que me ocurrió allí.

P. En esta misma temporada, en el Bernabeu le marcaron siete goles. Quizá alguien pensó "este Bizarri sigue como siempre".

R. Ese comentario puede venir de un ignorante que no ve los partidos del Valladolid. Es a mi público al que yo tengo que rendir cuentas. Además, los siete goles se los hacen al Valladolid, no a Bizarri. El hecho es que ese día el Madrid nos pudo hacer doce goles con toda tranquilidad, pero aprendimos que al Bernabeu no se puede salir pasivo. No puedes ir convencido de que no vas a ganar.

P. En su época del Madrid, después de su fiasco aparece Casillas. ¿Qué le parece su evolución?

R. Deportivamente, en el Madrid no viví momentos buenos pero la relación con Casillas fue fenomenal. Es un pibe con la cabeza muy bien amueblada y ahora mismo creo que es uno de los mejores del mundo con Toldo y Buffon. Va a hacer historia por lo que ya ha conseguido y porque será el portero de la selección en los próximos diez años.

P. Llega usted a Valladolid, comienza siendo titular y, de repente, vuelve al banquillo a la sombra de Ricardo.

R. Yo siempre digo que durante una época ha habido personas que me han hecho pagar demasiado caros mis errores. En aquel momento tuve un error contra el Racing y me fui al banco durante temporada y media.

P. Habla de Pepe Moré.

R. Con Moré la relación no era mala, pero se equivocó conmigo porque hay porteros que no pagan tan caros sus errores.

P. Usted es una de las opciones que tiene el Valladolid para recaudar dinero con su traspaso a final de temporada.

R. Sí, además sólo me queda un año de contrato, pero si me voy es para mejorar y para jugar, no para estar más tiempo en el banquillo. Ni siquiera el dinero va a ser determinante.