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En el plató de televisión, el director y presentador del programa, con su característica voz cascada, da por terminada la emisión de la película, e inicia la tertulia con un sencillo prólogo: "Bien, acabamos de disfrutar de esta espléndida película, que supuso la consagración de su director, Friedrich Vanderlagsmulder, y el debú de su actriz favorita, Yanine Yapadekuá -conocida como "La Tigresa de Malasia"- en compañía del popular Ebony Wicket-Stump, mundialmente famoso por la envergadura -ejem- de sus interpretaciones, a ojos vista en este maravilloso filme que realizó en la década de los sesenta, concretamente en el sesenta y nueve. En ése año, por dar algunas referencias, tiene lugar el legendario concierto de Woodstock, la nave Apolo XI llega a la luna y, en España, 11 de los 19 ministros designados por Franco para su nuevo gobierno son miembros o simpatizantes del Opus Dei".

Un contertulio interviene: "Sí, efectivamente, en 1969 la gran Yanine Yapadekuá debuta con esta película, de hecho se puede decir que es una de sus interpretaciones más -ejem- elásticas desde todos los puntos de vista, que no son pocos, hasta llegar a ése grandioso contorsionismo dramático tantas veces imitado por las estrellas actuales del género. Y si no, recordemos la famosa toma en que, bueno, el romance entre los protagonistas se muestra tan bien encarnado por ambos, tan hiperrealistamente íntimo al fin y al cabo...". Otro contertulio, a su derecha, replica: "No hay que olvidar la larguísima -si se puede expresar así- experiencia interpretativa de Ebony Wicket-Stump, que -por decirlo de otra manera- deja la bandera bien alta, y prepara el camino a otros intérpretes de similares medidas -o debería decir características- lo cual le consagrará como uno de los pioneros del género". "Claro está", dice un tercero, "que después de la célebre toma a contrapicado del toro mecánico, y de la lavadora funcionando -ejem- nada ya en este tipo de cine volverá a ser lo mismo. ¡Ahí está el genio de Vanderlagsmulder, que hizo ponerse erectos, digo, erguidos, a todos los asistentes al estreno de su película!".

Tras la repetición de las mejores escenas, y los atinados comentarios de los invitados -que diseccionan delicadamente el filme durante horas- el director y presentador del programa da por terminada la tertulia, y anuncia para la próxima semana la proyección de la película: "Sonrisas y lágrimas". Sorprendentemente, a cámara cerrada, todos los contertulios se disculpan por tener algo importante que hacer ése mismo día.