Apuesta al límite por la recuperación
Los bonos de alto riesgo lograron una revalorización del 30% en 2003 y todavía ofrecen interesantes rentabilidades
Los bonos de alto riesgo salieron el pasado año de la pesadilla de las pérdidas con subidas del 30% en sus índices. Muy ligados a la recuperación de la economía, estos bonos ofrecen una alta rentabilidad por la menor solvencia de las empresas o los países que los emiten. La ganancia por la subida del precio del bono está ya casi agotada pero todavía son atractivos por los elevados intereses que pagan.
Los expertos no esperan grandes subidas en los precios del bono para este año, pero recomiendan comprar por sus elevados intereses
Se trata de una apuesta fuerte. Los bonos de empresas o países que tienen más problemas económicos y que, por tanto, cuentan con una menor solvencia, fueron el producto estrella del pasado año. Su comportamiento, incluso, mejoró al de las bolsas. Así, el indicador elaborado por la firma Merrill Lynch sobre el mercado de bonos de alta rentabilidad (high yield) subió el 40% en Europa y casi el 28% en Estados Unidos.
La razón de esta mejoría se encuentra en la recuperación económica. En 2002 todos los problemas se agolpaban sobre las compañías y los países que habían emitido estos bonos. Ahora bien, en 2003 se empezó a ver la luz, y un buen ejemplo de ello es lo ocurrido en los países latinoamericanos, y especialmente en Argentina. También hay numerosos ejemplos en el mundo empresarial. Un caso muy cercano fue el de la firma automovilística Fiat, cuyos bonos llegaron a la calificación de basura, pero que el plan de salvación de la firma volvió a ir recuperando. Numerosas firmas de telecomunicaciones vieron bajar su solvencia pero la mejoría se ha trasladado ya a los bonos con los que se financian.
Esta misma semana, la firma de calificación financiera Moody's apuntaba que el volumen de bonos impagados en el mundo se elevó en 2003 a 33.500 millones de dólares, frente a los 163.000 millones de 2002. Esta mayor seguridad en los bonos de alta rentabilidad y, por tanto, de elevado riesgo llevó a que se produjeran el pasado ejercicio fuertes subidas de los precios y, consecuentemente, caída de las rentabilidades, explicando esas ganancias.
Mark Pearce, analista de fondos de renta fija de Fidelity Investments, explica que 2003 ha sido el mejor año desde la década de los setenta por lo que respecta a rendimientos de estos bonos. Además de la recuperación de las economías, el descenso de los impagados ha sido clave en la mejoría de este mercado, donde el inversor hace una fuerte apuesta a la mejora de la evolución de empresas o estados. Así, cuanto menor es el número de empresas que impagan sus deudas, mejor será la rentabilidad que tengan que ofrecer estos bonos para que los inversores los compren.
Pearce indica que la fortaleza de la demanda de estos bonos también se ha visto influida por los continuos recortes de gastos empresariales, que tienen por objeto sanear los balances financieros y destinar los beneficios y los flujos de caja a reducir la deuda y mejorar los fundamentales crediticios. Como contrapunto a estas influencias positivas sobre la demanda está el hecho de que las rentabilidades generadas por los bonos actualmente se han visto mermadas. Y añade que "ahora la capacidad de detectar oportunidades de valor relativo entre sectores y emisores llegará a ser crucial para los inversores, que ahora deberán fijarse en los intereses como principal impulsor de la rentabilidad total".
El mercado estadounidense de bonos de alta rentabilidad es, con mucho, el más grande del mundo, con un valor superior a 578 billones de dólares, lo que supone más del 88% del mercado mundial total. Aparte de su tamaño, Estados Unidos es el mercado de bonos de alta rentabilidad más diversificado, por lo que es menos propenso a sufrir vaivenes producidos por un solo sector industrial que los mercados homólogos de Europa y el Reino Unido. El tamaño del mercado es un aspecto importante a tener en cuenta para muchos inversores británicos y europeos, los cuales podrían preferir buscar oportunidades de inversión en estos bonos en un fondo de inversión total o mayoritariamente expuesto al mercado estadounidense.
Mercados europeos
Con un valor de mercado de 6.800 millones de libras, el Reino Unido actualmente representa el 1,79% del mercado mundial. Aunque está en vías de expansión, su pequeño tamaño hace que a los inversores les resulte difícil tener la certeza de que su exposición a estos bonos está suficientemente diversificada. En el año 2003, el mercado británico de bonos high-yield se ha comportado mejor que sus homólogos estadounidenses y europeos.
El mercado europeo de bonos high-yield es el segundo mayor del mundo, con un valor de mercado de 51.300 millones de euros (un 9,34% del mercado mundial). Aunque está creciendo, Europa aún no goza de la profundidad o inmunidad a los efectos de arrastre, derivados de las tendencias de un sector concreto, con que cuenta Estados Unidos, según explica el analista de Fidelity. Muy pocas carteras son susceptibles de beneficiarse de una exposición exclusiva a Europa a costa de EE UU. En el año 2003, el mercado europeo de bonos high-yield generó una rentabilidad del 28,59% en términos de euros.
Pero, ¿qué pasará durante 2004 en el mercado de bonos de alto riesgo después del excelente comportamiento del pasado ejercicio?
Antonio Villaroya, experto de renta fija de la firma Merrill Lynch, apunta que este tipo de bono de alto riesgo está muy ligado a la recuperación de la economía y se puede considerar como un híbrido entre la renta fija y las acciones. "Existen factores positivos para la recuperación y, por tanto, para estos bonos. Al menos en la primera mitad del año se va a producir un crecimiento de la economía en Estados Unidos que, tradicionalmente, ha crecido en los años de elecciones un punto más que la media. Además, los tipos de interés se van a mantener y no perjudicarán a estos bonos, que siguen siendo una buena opción porque cuentan con un cupón alto [rentabilidad] en un contexto de tipos bajos".
Mark Pearce, de Fidelity Investments, estima que después de un año de rendimientos excepcionales, es improbable que se repita el comportamiento de 2003. Sin embargo, pese a la intensa actividad compradora, las rentabilidades de los tres principales mercados no han disminuido más que a sus medias históricas y Fidelity no cree que exista un exceso de compra en el mercado. Al ser improbable que siga revalorizándose mucho más, los inversores ahora deberán fijarse en los intereses como principal impulsor de los rendimientos totales. "El principal atractivo de estos bonos es la elevada rentabilidad de cupones que pagan y, pese a los bajos tipos de interés, estos cupones siguen situándose entre los más altos disponibles a los inversores. En un mercado a precios de referencia o casi referencia, la mayoría de rendimientos que percibirán los inversores procederán de estos intereses, si al mismo tiempo eluden a los emisores susceptibles de incurrir en impagos", concluye.
Los analistas de American Express Fund aportan una visión más negativa sobre la marcha de estos bonos de alta rentabilidad durante el presente ejercicio. "Seguimos contando con una presencia infraponderada. La rentabilidad es atractiva, pero esta clase de activos está cara y parece probable que se produzca, en 2004, cierta pérdida de capital, aunque sea modesta. El fuerte crecimiento global facilitará la situación de las economías emergentes, pero todas las buenas noticias parecen haberse descontado ya", explican.
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