"El técnico tiene que ser el auténtico líder del equipo"

Joaquín Caparrós (Utrera, Sevilla; 1955) es un hombre mesurado en el hablar y contundente en el trabajar. Acompaña la conversación con un ligero frunce en el ceño que no tiene nada que ver con el enfado, sino que refleja la imposibilidad que le concede al relajo en su cometido. Tras la goleada copera del jueves al Atlético y ante la cita liguera de hoy con el Barcelona, parece el único sevillista que se ha negado a celebrarlo, aunque, a buen seguro, que también sonríe. Eso sí, sin que le vean sus pupilos, no vaya a ser que se apoltronen.

Pregunta. ¿Cómo es el Sevilla que desea usted?

Respuesta. Un equipo con ganas y contundencia, de juego colectivo alto y con otro tanto de juego individual. Aunque en el fútbol es complicado mantener el nivel en todos los partidos, ha demostrado contra el Madrid, la Real Sociedad o el Racing que puede hacerlo muy bien. Eso es lo que hay que exigirle siempre.

P. Pero también ha juntado una buena ristra de encuentros en los que no lo ha hecho precisamente bien.

R. Es que ha necesitado tiempo para ajustarse. Esas cosas casi nunca se logran al ciento por ciento. Nosotros tenemos jugadores que se han tenido que adaptar al fútbol europeo, como es el caso de Baptista, Hornos o Alves, y otros que son muy jóvenes y tienen que madurar su juego y lo que puede aportar al cuadro, como puede ser el de Reyes. Para afinar estas situaciones hace falta experiencia y ésta se logra jugando muchos partidos.

P. Ahora parece que se apoya menos en el aspecto defensivo.

R. Yo creo que lo que realmente pasa es que en este mundo se abusa de las etiquetas. Nosotros hemos adaptado nuestro juego a las incorporaciones de la plantilla y los objetivos del club. No se pueden copiar recetas cuando dispones de jugadores diferentes. Nosotros ahora tenemos varios con mucha creatividad. Hay que dejar que la desarrollen y que la exploten en el campo. Cada jugador tiene un sello. Mi trabajo es armonizar ese sello particular con los intereses colectivos. La creatividad hay que fomentarla, pero siempre que, mentalmente, no se enfoque en exceso en lo individual.

P. La estrategia del club de pedir un salto de calidad le ha producido algún sofocón.

R. No, qué va. Cada profesional tiene que aspirar a hacer cada trabajo mejor que el anterior. Es normal que, tras mantenernos en Primera, el objetivo siguiente sea jugar alguna competición europea y en la Copa, si el curso pasado llegamos a los cuartos de final, no nos queda más remedio que aspirar a las semifinales o a la final. Los profesionales tienen que mostrar ese afán de superación. Sin él, no tienes nada que hacer en el fútbol actual.

P. ¿Le parece que la Liga ha perdido calidad?

R. No lo creo. Lo que sí ha sucedido es que hay mucha diferencia entre los tres mejores y los demás. Los mismo estás el cuarto que el decimocuarto. Pero la homogeneidad no tiene necesariamente que ser fruto de la pérdida de calidad. De hecho, puede ser todo lo contrario.

P. Usted es un ejemplo de entrenador total, que se ocupa de casi todos los aspectos del equipo. ¿Qué le parece el trabajo de los que ocupan el banquillo de manera menos decisoria?

R. Yo no voy a enjuiciar el trabajo de nadie, pero creo que la mejora del fútbol en España ha coincidido con la valoración del trabajo de los técnicos nacionales, que, normalmente, conocemos mejor nuestro fútbol y sus entornos.

P. ¿Cuál es el trabajo del entrenador?

R. Tiene que ser el auténtico líder del equipo. Además, tiene que saber escoger al líder e interlocutor suyo en la plantilla.

P. El manejo de las relaciones humanas es, por lo tanto, más importante que el de las propias tácticas.

R. Sin duda alguna. Esto no es tan difícil y casi todos hemos aprendido de los mismos y con los mismos libros. Lo importante es saber hacer un grupo y conseguir que el trabajo sea colectivo, pues hay demasiado entorno en el fútbol. Los jugadores son jóvenes; socialmente, están muy bien mirados, y económicamente ni le cuento. Hay que lograr que trabajen para el colectivo.

P. ¿Le molesta que Reyes se queje tanto en público por jugar en la izquierda?

R. Es sólo un chaval de 20 años y con unas condiciones fantásticas. Pero él sabe que si acaba seleccionado para jugar la Eurocopa de Portugal será por su trabajo en la banda izquierda.

P. ¿El estrellato amenaza a la profesionalidad?

R. Yo creo que no. Ahora ha crecido el sentimiento de empleado de club entre los jugadores, con obligaciones de representación... Algo que ya había en Italia o Inglaterra.

P. Hoy se enfrentan al Barcelona y esta temporada han alternado goleadas con pifias a la jornada siguiente.

R. Es verdad: Miércoles de Gloria, Domingo de Pasión. Hemos hablado poco del partido con el Barça y mucho del jugado con el Atlético. Lo mío es evitar que los jugadores se relajen.