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Columna
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España

Andan preocupados por España, que, al parecer, está en peligro. Y, según Aznar, el PP es el único partido que puede salvarla. Si gana el PSOE, España se desgajará, se romperá, se desencuadernará. El escritor andaluz Antonio Burgos, decía hace unos días que, si eso ocurre, "lo poco que nos va a quedar de España, como signo patrio, será el toro de Osborne". Podría haber añadido al famoso astado la bata de cola y la guitarra flamenca. Y ya tenemos los signos identitarios españoles que compran los turistas en las tiendas de souvenirs de la Gran Vía madrileña, de las Ramblas barcelonesas o de los aeropuertos. Por lo visto, la España de Antonio Burgos es la España de los turistas. Las propuestas de reforma de Estatutos que están surgiendo en algunas Comunidades Autónomas están levantando ampollas. Ante estas peticiones de más autogobierno, una periodista le preguntaba al rector de la Carlos III, Gregorio Peces Barba: "¿Y qué le quedará al Estado?". Respondió el rector: "Es que las autonomías también son Estado". La pregunta correcta debería haber sido: "¿Y qué le quedará al Gobierno central?". Y es que, como he dicho en otras ocasiones, la confusión que se produce al identificar el Gobierno central con el Estado produce estas cosas. El presidente del Gobierno, en este momento Aznar, no es presidente del Estado sino del Gobierno central. Y a éste gobierno le quedarían muchas cosas: la política exterior con su cuerpo diplomático, la defensa con sus Fuerzas Armadas, la seguridad ciudadana, la política económica común, la política europea -ésta en colaboración con las Comunidades Autónomas que tengan competencias exclusivas en determinadas materias-, la justicia, los medios de comunicación públicos, la inmigración... No le faltará tarea. Y las Comunidades, que también son Estado, se dedicarán a sus competencias. No se olvide que el presidente de un gobierno autónomo es el representante ordinario del Estado en su comunidad. Del Estado, no del Gobierno central. Éste ya tiene, en cada autonomía, su propio representante: el Delegado del Gobierno. Pero España está en peligro. Y el PP dispuesto a salvarla con Rajoy al frente. ¡Menos mal!

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