De segunda fila

El rock capitalino vivió su primera visita con entidad con estas dos bandas de mirada revivalista y que mantienen sus claves en melodías instaladas sobre poderosas guitarras con un envoltorio de rock de siempre. Abría la velada el cuarteto australiano You Am I, enésima reencarnación de la energía de The Who o Small Faces tamizada por el arel del rock indie. Con el cantante y guitarrista Tim Rogers como front-man relativamente carismático, la banda atacó un repertorio perteneciente a sus cinco discos, deteniéndose especialmente en las canciones de su último álbum de estudio, Deliverance. De los temas propios poco cabe resaltar, si bien las canciones del grupo, con no ser malas, jamás pasarán a la historia del género. Sí, en cambio, el viejo clásico de The Bad Seeds My little red book, que el grupo interpretó con arrojo y convicción.

Otro tanto les ocurrió a las estrellas de la noche, los norteamericanos Cracker, liderados por el cantante, guitarrista, productor discográfico y ex miembro de Camper Van Beethoven David Lowery. La banda ofreció una actuación en la que las comparaciones con Neil Yong afloraron en varios tramos; y ya se sabe que las comparaciones siempre resultan odiosas, máxime cuando el original siempre está por encima de quien se quiere comparar. No obstante, la banda ofreció también una entregada actuación en la que destacó la recreación que la banda hizo del viejo Victoria de The Kinks.

La gente que abarrotaba el local, naturalmente hambrienta de rock ante la pobre oferta del género que aporta en estos momentos el panorama madrileño, se lo pasó estupendamente coreando temas más o menos conocidos que adolecían de un sonido que se corresponde más con el de los grupos de rock universitario de Estados Unidos que con la nitidez de los pioneros. Con no ser, desde luego, un mal concierto el ofrecido por Cracker y You Am I, lo cierto es que estas dos formaciones no parecieron dar en ningún momento la talla de militar en la primerísima fila.