Huesca alberga el debate sobre el periodismo digital

Más de 330 profesionales acudieron la semana pasada a Huesca para concelebrar el V Congreso de Periodismo Digital. El congreso se ha convertido en la cita anual ineludible del sector y en él tienen tanta importancia para el intercambio de experiencias y opiniones los debates como la actividad en los pasillos.

Hubo mesas en las que se mostraban ofertas informativas sectoriales como la información deportiva o a través del teléfono móvil. En ésta, uno de sus ponentes, Gumersindo Lafuente (elmundo.es), destacó cómo las noticias en el móvil, por su brevedad, han resucitado técnicas discutidas por algunos como la pirámide invertida y cómo los sistemas de alerta obligan de manera permanente al periodista a un ejercicio de valoración rápido y afinado para decidir si se envía o no un aviso informativo.

El profesor de la Universidad de Austin (Tejas) Rosental Calmon advirtió que no hay un modelo de negocio consagrado en la Red y destacó la competencia que supone al periodismo de calidad la salida de negocios no periodísticos que entran en el sector (Yahoo, Google). En esta era, muchos cambios en los modelos periodísticos los imponen los usuarios y relató que el éxito de los anuncios breves inmobiliarios en la Red, albergados por sitios no periodísticos, ha obligado a algunos diarios a pagar a los agentes inmobiliarios para ofrecer la lista de ofertas cuando esta lista, años atrás, era una fuente de ingresos publicitarios muy importante para esos diarios.

Calmon dibujó las opciones de los diarios norteamericanos en Internet. La mayoría permiten el acceso gratis a cambio de un registro del navegante que utilizan para una publicidad segmentada, y una minoría opta por el pago.

Rigor y basura

El debate sobre el rigor periodísticos y la basura tuvo acercamientos polifónicos. Desde Pepa Bueno (subdirectora del programa Gente de TVE), que defendió que se podía hacer crónica de sucesos y de cotilleo sin tener que fabricar famosillos a medida o explotar la intimidad de una ama de casa inadvertida, hasta Matías Antolín (COPE), quien recogió un largo aplauso tras una encendida y metafórica intervención sobre un oficio que exige la libertad y que es demasiado importante para quienes creen que la deontología es una enfermedad de los dientes. El periodista Arcadi Espada defendió, como reflejan las conclusiones del congreso, que nunca antes se ha producido una información con tan altas cotas de rapidez, eficacia y veracidad. Sin embargo, la calidad del trabajo periodístico es inferior a lo que cabría esperar dada su importancia social. Hay que resolver varios problemas: la escasa formación de las nuevas generaciones de periodistas, la necesidad de articular fórmulas contrastadas en los medios online o la precariedad laboral.

El periodista Fernando Jáuregui explicó su vía crucis judicial a raíz de una demanda por 100 millones de euros de un grupo de jugadores del Barça contra el diario digital que dirigía. Jáuregui se interrogó sobre si era lícito presentar una demanda por la cuantía que se quiera, que encarece el proceso y ya es una penalidad para el demandado, y si en Internet debe regir la responsabilidad subsidiaria del director o la empresa como en la prensa tradicional. "No pido impunidad, pero Internet debe someterse a una discriminación positiva".

En la mesa sobre weblogs intervinieron Nacho Escolar, José Cervera, Juan Carlos Escudier (El Confidencial), Patricia Fernández de Lis (EL PAÍS) y Víctor Ruiz (Barrapunto). El debate se centró en si este millón de hormigas acabarán con los gigantes de la información, en la medida que permiten a cualquiera ser emisor de información, o seguirá siendo imprescindible la intermediación periodística con las tradicionales exigencias de credibilidad. En cualquier caso, los weblogs han supuesto bajar las barreras para que los ciudadanos puedan publicar en red.

Premio al ingenio

El congreso fue inaugurado por el director de EL PAÍS, Jesús Ceberio, quien destacó que Internet ha aportado más pluralidad y mestizaje de fórmulas informativas y defendió un periodismo digital regido por las mismas normas de rigor, independencia y calidad. En este sentido criticó a quienes acuden a la tecnología para enmascarar la autoría de los textos y la tendencia de los políticos a multiplicar leyes especiales para la Red. "Creo en el sometimiento de todos los ciudadanos, también los periodistas, a las leyes generales".

En la clausura, Forges entregó el Premio Blasillo de Huesca al ingenio español en Internet a Mariano Gistaín (Gistain.net). Forges destacó que es la primera vez en la historia de la humanidad que un ayuntamiento destina 6.000 euros a premiar el ingenio.