Ingresan en prisión los marroquíes acusados del crimen de Baeza

Los dos ciudadanos marroquíes acusados del homicidio del joven de 22 años Francisco Navarrete Moreno, ocurrido en la madrugada del sábado en Baeza, ingresaron ayer tarde en la prisión provincial Jaén II después de prestar declaración durante toda la mañana en el Juzgado de Instrucción número 1 de la localidad. La Guardia Civil ha reforzado la vigilancia en el albergue de inmigrantes e investiga el origen de un manifiesto xenófobo repartido en las últimas horas por el pueblo y que el alcalde atribuye a grupos que intentan "instrumentalizar políticamente" el suceso.

Una treintena de agentes de la unidad de intervención especial de la Guardia Civil dispuso desde primera hora de la mañana un fuerte dispositivo en la plaza de los Leones de Baeza, donde se encuentra la sede del Juzgado. El objetivo era evitar protestas vecinales coincidiendo con la declaración ante el juez de los dos supuestos autores del crimen que ha encendido los ánimos de buena parte de la población baezana. No obstante, no hubo que registrar ningún incidente, aunque la Guardia Civil desalojó la plaza a la salida del juzgado de los dos detenidos ante los gritos que proferían los amigos de la víctima.

El entorno familiar y de amigos del fallecido ha sido los que han promovido dos concentraciones espontáneas celebradas el domingo y el lunes.

Loa dos acusados, Mohamed Khissi, de 26 años y Abdelkarim Khrissi, de 23, ambos nacidos en Marruecos y con permiso de residencia en la localidad de Jaraiz de la Vera (Cáceres), fueron conducidos a Baeza desde los calabozos policiales de la vecina Úbeda, donde han permanecido desde su detención con el fin de evitar revueltas ciudadanas. La Guardia Civil ha dispuesto también un dispositivo de vigilancia en el albergue de inmigrantes de Baeza, hasta ahora custodiado sólo por un guarda de seguridad. La aparición en las horas posteriores al crimen de numerosas pintadas de contenido xenófobo ha llevado a redoblar la vigilancia en una instalación que, después de estar al completo desde que se inició la campaña de la aceituna, ayer tenía vacantes 8 de sus 15 plazas. También Cáritas Diocesana cerró el mismo sábado su comedor para inmigrantes por temor a represalias.

De otro lado, la Guardia Civil investiga la procedencia de unas octavillas repartidas por la localidad donde se pide la expulsión de "los moros" y se insta a los empresarios a no contratarlos. El alcalde de Baeza, Javier Calvente (PP), calificó ayer de "impresentable" y "xenófobo" este manifiesto que, según sospecha, puede tener su origen en personas que "han querido instrumentalizar políticamente este suceso". Calvente resalta el "comportamiento responsable" de los 16 miembros de la Corporación municipal, pero intuye que otras personas vinculadas a grupos que no están en el gobierno municipal (el PP gobierna con el apoyo de un único edil independiente) han querido "aprovecharse" de la situación.