En el camino correcto

Con la firma hoy por parte del presidente de la Junta, Manuel Chaves, del decreto por el que se convocan las elecciones andaluzas para el 14 de marzo, se da comienzo a un largo periodo electoral que se va a prolongar prácticamente durante dos meses. El arranque de esta nueva etapa va a estar rodeado de noticias satisfactorias para los socialistas, ya que distintas encuestas que saldrán a la luz en esta semana confirmarán su fortaleza electoral y, lo más importante, que los mensajes que vienen remarcando en toda esta legislatura han calado en los ciudadanos, esto es, que la Junta es la que mejor defiende los intereses de los andaluces y que Chaves goza de una buena valoración, a diferencia de lo que ocurre con su principal contrincante, Teofila Martínez, del PP, que sigue por debajo del aprobado.

Otra constante que se da en estos sondeos y que volverá a repetirse en los que se van a dar a conocer ahora es que el Gobierno de la nación no trata debidamente a Andalucía, una apreciación que, tal vez, sea más nítida aún después de lo sucedido con la paralización transitoria de la Ley andaluza de Células Embrionarias o el problema de la financiación. En cuanto al primer asunto, la Junta va a continuar con sus planes. Así, al margen de lo que haya decidido el Tribunal Constitucional, la Consejería de Salud de Francisco Vallejo lo tiene todo listo para la puesta en marcha del Banco de Células Madre, en el campus de la Salud de Granada, el próximo viernes. Al margen de la complejidad técnica de este asunto, lo cierto es que la sociedad andaluza y fundamentalmente los afectados por enfermedades que se podrían beneficiar de los resultados de estas investigaciones, no entienden que desde Madrid se pongan pegas y que incluso ahora se recurra al argumento de que no se pueden permitir comunidades de dos velocidades a la hora de investigar en esta materia, precisamente cuando Andalucía toma la delantera.

La deuda

En cuanto a la liquidación de la deuda, estos días van a resultar cruciales para determinar si, finalmente, hay voluntad real de llegar a un acuerdo para cerrar este largo contencioso. Sin embargo, a tenor de las palabras del vicepresidente segundo del Gobierno, Javier Arenas, todo hace indicar que no cerrará entendimiento alguno. Al PP le molestan las prisas, con lo que denotan que para nada estaban preparados para el golpe de efecto que supuso la decisión de Chaves de dar por buena la propuesta que había lanzado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para mayor lucimiento de la candidata Martínez, y que coincide con la que un año antes ya asumiera la propia Junta.

Así, observando los acontecimientos, no es de extrañar que salgan las encuestas como salen, confirmando, además, la sensación entre los socialistas de que van por el camino correcto para revalidar una nueva victoria ante las urnas. Si a eso se une el destacado protagonismo que han alcanzado en la conferencia política de este pasado fin de semana en Madrid, se puede afirmar que el PSOE andaluz afronta este período bajo unas circunstancias muy favorables. Sus competidores, mientras tanto, abordarán en estos días la elaboración de las listas. En el PP se dejarán de florituras e irán al grano. Nada de reunirse previamente los comités electorales provinciales y de especular con las listas. Todo será después de que Mariano Rajoy cierre las candidaturas en Madrid. En todo caso, se avecina una oleada de ministros en Andalucía que van a ser incrustados en las distintas candidaturas.

Una afluencia de "paracaidistas" que no van a tener más remedio que aceptar sin rechistar las bases así como, también, la continuidad de más de un "dinosaurio" del partido. Es curioso observar cómo parece que el discurso de la renovación sólo cabe exigirlo a los socialistas. Basta comprobar lo que pasa en el PP o con la configuración de los cabezas de lista de IU para llegar a la conclusión de que ese concepto, que exige la incorporación de nuevos nombres, no va con ellos. En el caso de los izquierdistas, los Valderas, Rejón, Romero, Caballero, etcétera... permanecen inalterables, a pesar de los tirones internos que se han producido en el seno de esta federación de izquierdas. Todo huele a pacto de no agresión, a reparto de funciones, con la vista puesta, fundamentalmente, en el día después de las elecciones.