El fiscal pide 15 años para el empresario que contrató a una banda mafiosa para secuestrar a otro industrial
La Fiscalía de Madrid pide 15 años de cárcel para el empresario alcalaíno Francisco Luna Osorio, al que acusa de contratar a una banda de mafiosos para secuestrarar a otro industrial, Antonio Lorenzo Jiménez, que, según él, le debía "más de 100 millones de pesetas". El relato del fiscal podría ser el guión de una película, pero ocurrió a pocos kilómetros de Madrid, cerca de Alcalá de Henares.
Los hechos sucedieron el 21 de enero de 2002 en la empresa Herzore Construcciones, propiedad de Lorenzo Jiménez y situada en el polígono industrial La Galiana, de Alcalá de Henares.
En su escrito, el ministerio público indica que ambos empresarios "mantuvieron relaciones comerciales durante más de seis años". El procesado, Luna Osorio, se quejaba de que Lorenzo Jiménez le adeudaba "más de 100 millones de pesetas" y éste fue, según el fiscal, el motivo que le llevó "a elaborar un plan que incluía robar en la empresa de Lorenzo Jiménez y, además, secuestrarle para pedir un rescate y recuperar la supuesta deuda".
Para llevar a cabo la operación, añade el fiscal, Luna Osorio "contrató" a Jesús Armando Milanes Cano, quien organizó la banda que debía ejecutar el plan.
El 21 de enero 2002, a las 19.30 horas, todo el grupo se acercó hasta Herzore Construcciones en una furgoneta. Mientras uno de ellos vigilaba la calle, los otros cuatro, "cubriéndose con pasamontañas", penetraron en la industria aprovechando que un empleado accedía a ella. Dos de los cuatro procesados "encañonaron al trabajador", mientras le gritaban: "¡El jefe...! ¿Dónde esta el jefe?".
Nada más entrar en el despacho del patrón uno de los procesados le puso "una pistola en la cabeza" exigiendo a los empleados los objetos de valor. Cuando comprobaron que en la caja fuerte no había ni un céntimo, los secuestradores encerraron a los trabajadores en el baño y amenazaron con matar al jefe si avisaban a la policía.
"A punta de pistola"
Después introdujeron a Lorenzo Jiménez en la furgoneta y lo trasladaron a un chalé de la urbanización Eurovillas, en Nuevo Baztán. "A punta de pistola", relata el fiscal, "lo ataron, amordazado, a una silla, y le dijeron que habían pedido a su familia 100 millones de pesetas".
La entrega del dinero solicitado por los secuestradores se fijó para las 10.00 horas del 24 de enero en un bar de Carabanchel. A esa hora, hasta los barrenderos de la zona eran agentes camuflados del Cuerpo Nacional de Policía. El maletín lo recogió una mujer, que, tras ser detenida (el supuesto intermediario de la familia era un agente), confesó que "trabajaba para Luna Osorio", y que debía entregar el dinero a Patiño Gómez en el hostal Edreira, en Atocha. La policía cazó a Patiño de inmediato y éste contó a los agentes dónde estaba el secuestrado.
Mientras la policía liberaba al empresario, agentes de paisano se dirigían al hotel Convención, en la calle O'Donnell, con la mujer detenida, y allí arrestaron a los otros secuestradores y a Luna Osorio. Todos están en prisión.
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