_
_
_
_
CURIOSIDADES VIAJERAS | EL VIAJERO HABITUAL

La fuga de Casanova, el Golem y otras leyendas urbanas

Isidoro Merino

Entre las miles de lápidas que se apiñan en el diminuto cementerio judío de Praga, hay una que señalan casi todas las guías y que atrapa la atención de los visitantes, que suelen depositar sobre ella guijarros y trocitos de papel con sus nombres y deseos. Es la que señala la tumba de Rabbi Liwa ben Bezalel, o Rabbi Löw (1520-1609), erudito, filósofo y astrólogo de la corte de Rodolfo II de Habsburgo, rey obsesionado con la astrología, la magia y la alquimia, bajo cuyo reinado Praga conoció su máximo esplendor. A Rabbi Löw se le atribuye la creación de un ser de arcilla -el Golem- al que dota de vida grabando en su frente la palabra hebrea emeth (verdad). Este precursor del monstruo de Frankenstein posee una extraordinaria fuerza que pondrá al servicio de los habitantes del gueto, hasta que un día enloquece convirtiéndose en una ciega masa destructora. El rabino Löw invertirá entonces el conjuro borrando la primera letra de la fórmula mágica, que pasa a convertirse en meth (muerte).

Con algunas variaciones, la historia aparece recogida en varias antologías de cuentos praguenses, aunque fue el vienés Gustav Meyrink quien popularizó el mito, incorporándolo a la iconografía expresionista, con su novela fantástica Der Golem, publicada en 1915, en plena guerra mundial. El final del monstruo de barro es confuso. Según algunas versiones del cuento, Rabbi Löw ocultó los restos del Golem en algún lugar de la sinagoga Staronova, la más antigua de Praga, donde aún sigue. Otros autores afirman que regresa cada 33 años a Josefov, el barrio judío, y también hay quien asegura haberlo visto vagar de noche entre las estatuas del puente Carlos, o subiendo "por calles silenciosas, sombrías, sin eco, hasta el pie de la elevada colina que corona el castillo de los reyes de Bohemia".

- www.czechtourism.com.

Puentes, mazmorras y libertinos

Fotografiado y reproducido hasta la saciedad (en las universidades inglesas de Oxford y Cambridge existen sendas copias del mismo, al igual que en un hotel de Las Vegas), el puente de los Suspiros de Venecia, un pasaje cubierto que une el palacio ducal y la antigua y temible prisión de Los Plomos, debe su nombre a los lamentos de los condenados que, a través de sus celosías de piedra, veían por última vez la laguna, la isla de San Giorgio y el cielo de Venecia. Por él pasó, el 26 de julio de 1755, Giovanni Giacomo Casanova (1725-1798), huésped forzoso de las mazmorras de la Serenísima gracias a su conducta disoluta y a la denuncia de un tal Zanussi, confidente de la Inquisición. El episodio, así como su rocambolesca fuga de Los Plomos por los tejados de Venecia , son relatados con viveza en uno de los capítulos de Histoire de ma vie, las memorias en francés del célebre aventurero y libertino.

- www.turismovenezia.it.

Los fantasmas de la Torre

Más de dos millones de personas pasan cada año por la Torre de Londres, el monumento más visitado del Reino Unido. En sus casi mil años de existencia, la Torre de Londres ha sido palacio real, fortaleza, casa de la moneda, arsenal, zoológico y sala del tesoro, pero sobre todo, prisión de los enemigos de la Corona y lugar de ejecución. Los amantes de las historias curiosas o truculentas tienen aquí donde escoger: en la explanada de Tower Green fueron decapitadas siete personas, entre ellas, tres reinas de Inglaterra, Ana Bolena y Catalina Howard, esposas de Enrique VIII, y lady Jane Grey; una leyenda dice que, cuando los cuervos abandonen la Torre de Londres, caerá la monarquía, y para evitarlo, se mantiene una población fija al cuidado del Ravenmaster, el guardián de los cuervos; en la Bloody Tower, la Torre Sangrienta, el infame Ricardo de Gloucester -Ricardo III- se deshizo de sus dos sobrinos y herederos al trono, de 10 y 12 años, y en la Torre del León, las fieras salvajes custodiaron, hasta 1835, las joyas de la Corona, entre las que se encuentran los diamantes Koh-i-Noor y La Estrella de África, los más grandes del mundo.

- www.hrp.org.uk.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_