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Entrevista:GASPAR LLAMAZARES | Coordinador General de Izquierda Unida

"La única alternativa al PP ahora es la izquierda plural"

Carlos E. Cué

Poco a poco, sin grandes discursos, Gaspar Llamazares (Logroño, 1957) se aleja de la línea de Julio Anguita, que fue su mentor. Eso le ha ocasionado críticas, pero al final ha reforzado en parte su poder en IU.

Pregunta. ¿Era ésta la asamblea que esperaba?

Respuesta. Sí. Hemos cerrado la etapa de la divergencia para entrar en la de la diversidad. Tenemos una amplia mayoría política. También comenzamos a abrirnos a nuevos sectores, somos una izquierda ecopacifista.

P. ¿Compartirá el poder?

R. El periodo de compartir el poder se ha acabado. Ahora llega la dirección participativa y colectiva, que ya no se identifica con ninguna de las dos candidaturas enfrentadas en 2000.

P. Pero el pacto con Frutos implica compartir el poder.

"Ahora tenemos que adecuarnos a los cambios. Esto no es una organización religiosa"

R. Ha sido un proceso natural. Coincidimos en la política, al menos en el 90% de las cosas. No hay dos partes, nadie es de nadie. Estamos mezclados, no sólo están los de Frutos o los míos, en IU hay otras muchas sensibilidades, somos muy plurales.

P. No ha podido evitar que un 25% vote en contra y le critique.

R. Eso forma parte de la democracia de una organización. Es una riqueza. El talante de la asamblea ha sido muy integrador. Hemos dejado incluso que se presentara una lista, la de Juan Manuel Sánchez Gordillo, que no tenía los avales suficientes. Y tuvo menos votos que avales.

P. Esos grupos le acusan de perder las esencias de IU y la tradición de Anguita.

R. Sólo hubo un traspiés, porque no revisamos un vídeo de la historia de IU en el que no aparecía Julio. Hemos intentado reconciliarnos con nuestra tradición. Con la del PCE de la Transición, y por eso estaba Santiago Carrillo, y obviamente con Anguita. También invitamos a los sindicatos, a los ecologistas, jueces y fiscales progresistas... se vio que IU es una formación política con una amplia red social.

P. Le reprochan que ha abandonado la tradición del "programa, programa, programa".

R. Siempre hay resistencias al cambio. Es legítimo. Pero una organización segura de su identidad no tiene que tener miedo. No tenemos que pedir perdón por nuestra historia, pero en el siglo XXI necesitamos cambiar, abrir puertas y ventanas para que llegue el mestizaje entre la izquierda política y social. Tenemos que adecuarnos a los tiempos que vivimos. Esto no es una organización religiosa.

P. ¿Serán ustedes menos comunistas y más verdes?

R. Nunca fuimos una organización solamente comunista. Tenemos una orientación socialista. Hay comunistas, socialistas, republicanos...

P. ¿Cómo hacer que vuelva la gente que se fue de IU?

R. La peor cultura de la izquierda es la que ha hecho muy difícil normalizar la discrepancia. Ahora lo estamos logrando. La polémica ideológica no debería ser nunca más motivo de rupturas.

P. ¿Es esa la mayor causa de la pérdida de votos de IU?

R. No sólo eso. Nos rompimos internamente, pero tampoco supimos adecuarnos al PSOE en la oposición. Ahora nos hemos vuelto a acercar a los sindicatos. A trancas y barrancas vamos rompiendo con todo aquello.

P. El cambio de nombre ha quedado pospuesto por la oposición de los críticos. ¿Lo llevará a cabo igualmente?

R. Política y organizativamente todos los cambios propuestos están aprobados. El nombre queda aplazado. Pero IU se acabará llamando Izquierda Unida Verde o Izquierda Verde.

P. Se le critica por fiarse sólo de un pequeño equipo de confianza, por no contar con nadie.

R. Eso es lo que pasa cuando uno gestiona un periodo de crisis. He acaparado además el espacio mediático, es cierto. A veces he tenido que asumir los roces para hacer política. Ahora hay sitio para todos.

P. ¿Se considera una persona con carisma?

R. No sé lo que es eso, es un elemento muy abstracto. Me considero un dirigente consolidado. Soy un portavoz que es entendido por su gente. Pero ahora necesitamos trasladar más ideas constructivas junto a las críticas. El último periodo de la política española ha sido tan destructivo que nos ha arrinconado en el reproche. Ahora ha llegado el momento de la alternativa. Nosotros tenemos experiencia de Gobierno, no sólo de lucha.

P. ¿Por qué tienen cada vez menos votos y más poder?

R. Estamos ante un nuevo ciclo político. Frente al monolitismo y la deriva ultraconservadora de la derecha, se está produciendo una alternativa nucleada en torno a la izquierda plural, donde hay nacionalistas y ecologistas. Eso se ve en muchas comunidades autónomas. En la mayoría, si no fuera por el traspiés de Madrid. El bipartidismo no será ya la alternativa al PP. La única que hay ahora pasa por la izquierda plural. Además, creo que nosotros y el PSOE debemos conjugar el hecho social con el hecho federal. Es cada vez más evidente. La asamblea demostró además que estamos de nuevo muy bien con los sindicatos. No hubo ni un sólo silbido a José María Fildalgo, secretario general de CC OO. Fue una acogida extraordinaria.

P. Si las encuestas se equivocaran mucho, ustedes podrían llegar a gobernar con el PSOE. ¿Están preparados para ello?

R. Nosotros sí. Hasta ahora estábamos excluidos, ya no. Ahora mismo lo que es posible romper es la mayoría absoluta del PP. Y después, sería muy débil, porque ha perdido sus posibilidades de pacto.

P. ¿El PSOE estaría preparado?

R. Hay mucha resistencia. Todavía creen que la alternativa está en el centro. Se equivocan. La realidad demuestra que sólo se gana con alternativas de izquierda.

P. ¿Por qué no ha habido polémica sobre Euskadi?

R. Es un tema espinoso, porque está atravesado por la violencia. Siempre será polémico en cualquier organización democrática. Si no hay debate en el PP es porque es una organización cuasimilitar. Pero en los últimos tiempos hemos encontrado un consenso de línea política. Todos asumimos que el plan Ibarretxe no es nuestro proyecto. Pero también debemos recomponer los lazos entre el PSE y el resto de las fuerzas políticas del Gobierno vasco. Se está desinflando la confrontación, como demuestra el fracaso de la manifestación de ¡Basta Ya! y la formación de Gobierno en Cataluña.

P. ¿Detecta un giro de los socialistas en ese debate?

R. Aún son muy erráticos. Dicen una cosa en Cataluña y otra en Euskadi. Además, cada vez que tienen un traspiés piensan en volver al centro. El gran mensaje de Madrid y Cataluña es que hay que situarse en una oposición clara de izquierdas.

P. ¿Qué falta para que las movilizaciones lleguen a las urnas?

R. En las municipales, la izquierda partía de una situación muy baja para que se consolidara en las urnas la protesta. Pero se está extendiendo como una mancha de aceite. Sólo falta mostrar una alternativa creíble. El PP sólo gana cuando la izquierda falla, como en Madrid. Deberíamos jugar a la ofensiva. A nosotros se nos auguraba que no íbamos a llegar al mínimo en las autonómicas. No pasó. Como decía el Tenorio, 'los muertos que vos matáis gozan de buena salud'.

Gaspar Llamazares, reelegido coordinador general de IU.
Gaspar Llamazares, reelegido coordinador general de IU.ULY MARTÍN

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