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La crisis de Nicole Kidman

La actriz australiana Nicole Kidman confesó en Sidney que se sintió molesta y humillada cuando hace tres años el actor Tom Cruise solicitó el divorcio poniendo fin a diez años de matrimonio. "Estuve una temporada sin levantarme de la cama y sin ganas de hacer nada, había que animarme para salir de casa", dijo la actriz el miércoles en Sidney, donde acudió al estreno de su último filme, Cold Mountain. La estrella añadió que logró salir de aquella depresión animada por la presencia de sus dos hijos, Isabella y Connor, y la oportunidad de interpretar a la escritora Virginia Woolf en Las horas, por la que ganó el Oscar a la mejor actriz en 2003. Sin embargo, el ascenso de Kidman a la cima del mundo cinematográfico podría no haber ocurrido si su productor no hubiera insistido en que se presentara en el estudio después de que los planes de divorcio se hicieran públicos. Llegó a pedirle a su agente que la sacara de Las horas, pero el productor Scott Rudin se negó y le manifestó que tenía que ir a Londres para comenzar la filmación. "De repente se me pasó, de una manera curiosa y en contra de mi voluntad, lo cual es verdaderamente extraño", comentó la estrella de Moulin Rouge. Tras su divorcio, la prensa del corazón ha vinculado a la rubia actriz con el rockero Lenny Kravitz y con el actor Jude Law, su compañero de reparto en Cold Mountain, una historia épica sobre el conflicto que enfrentó al sur y al norte de Estados Unidos.

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