Para pensar con claridad
Lo que yo necesito es un cerdo y un ángel.
El cerdo para que meta su hocico
en un balde de agua sucia, el ángel
para que le rasque la espalda
y le halague al oído.
El cerdo sabe bien lo que le espera.
Dale esperanza, querubín,
con ese cuento de la eternidad.
Deja ya de admirarte
como una furcia
en la hoja del carnicero,
o búrlate del cerdo,
alza tu delantal ensangrentado
por encima de las rodillas.
Pero el cerdo ha dejado de comer
y se alza, pensativo, entre nosotros.
La cresta del gallo llamea
en la penumbra de la aurora.
No cacarea
pero hay furia en sus ojos
mientras recorre con aire chulesco el corral.
(Versión de Jordi Doce)
What I need is a pig and an angel. / The pig to stick his nose in a slop bucket, / The angel to scratch his back / And say sweet things in his ear. // The pig knows what's in store for him. / Give him hope, angel child, / With that forgiveness stuff. / Don't go admiring yourself / In the butcher's knife / As if it were a whore's mirror, / Or tease him with a blood-stained apron / By raising it above your knees. // The pig has stopped eating / And stands among us thinking. / Already the crest of the rooster blazes / In the morning darkness. / He's not crowing but his eyes are fierce / As he struts across the yard.
Charles Simic (Belgrado, 1938) es autor de El mundo no se acaba y otros poemas, Premio Pulitzer de Poesía en 1990 (DVD Ediciones, 1999). 'Para pensar con claridad' se incluye en la antología Desmontando el silencio, de próxima publicación en la editorial Cuatro Estaciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.