Torres impone sus condiciones

Fernando Torres se ha salido con la suya. El símbolo rojiblanco, el futbolista que más camisetas vende del conjunto madrileño, ha llegado a un acuerdo con el Atlético para ampliar su contrato desde 2005 sólo hasta 2008, cuando tendrá 24 años, según confirmó su agente, José Antonio Martín Otín. La subida de su ficha anual será sustancial -extraoficialmente, quedaría establecida al menos en dos millones de euros, lo que le supondría quintuplicar la actual-. También percibirá un dinero por objetivos logrados, tanto por el equipo -títulos- como por él -goles, internacionalidades...-. Los representantes de las dos partes redactaron ayer mismo en las oficinas del estadio Calderón el nuevo documento. "Sólo falta firmarlo", comentó Martín Otín. Se hará hoy.

La demora de casi un mes en llegar a un pacto se ha debido principalmente a la discrepancia sobre el número de años. Mientras el consejero delegado del Atlético, Miguel Ángel Gil Marín, pedía una ampliación hasta 2010 e incluso, en un principio hasta 2014, Torres insistió en prorrogarlo únicamente hasta 2008, condición que le ha sido aceptada al final. La cláusula de rescisión se mantendrá en los 90 millones estipulados con anterioridad.

El delantero ha sostenido siempre su intención de seguir en el Atlético. "Yo me quiero quedar aquí toda mi carrera", ha dicho en numerosas ocasiones. Una prioridad recogida por el presidente, Enrique Cerezo, que pretendía ofrecerle un contrato "de por vida". También Jesús Gil, el dueño del club, mostró su extrañeza por la tardanza en solventar el asunto y calificó de "muy importante" la renovación del jugador, de quien apostilló: "Él sabe quienes le hemos apoyado en los momentos duros".

Torres, de 19 años, llegó al Atlético a los 11. Debutó con el primer equipo a los 17, tras haber ganado todo lo ganable -incluido un Campeonato de Europa sub 17, en el que fue el máximo goleador y el mejor jugador-, en el primer año del club en la Segunda División y de la mano de Carlos Cantarero. Entonces fue utilizado para tratar de calmar los ánimos de una hinchada enfurecida por los malos resultados del cuadro. Ahora es el capitán y el máximo goleador, con nueve tantos, y ya ha diputado 35 partidos en Primera.