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LA RENOVACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN CATALANA

El cambio de Gobierno causará un 'efecto dominó' que afectará a más de 500 cargos

Pujol no impondrá la medalla institucional a Maragall, que la recibirá de Ernest Benach

La izquierda se prepara para gobernar Cataluña, pero no existe un manual sobre cómo debe realizarse el traspaso de poderes. Cada Gobierno saliente es libre de coordinarse o no con el entrante, dejar los papeles más o menos ordenados y esperar o no en el despacho la toma de posesión del sustituto. Esto no significa que no haya normas sobre cómo cesan los altos cargos. El cambio de Gobierno producirá un efecto dominó que durará semanas y que puede afectar al menos a medio millar de cargos a corto plazo. La ley prevé que cesarán automáticamente los 108 altos cargos -consejeros, secretarios generales, secretarios y directores generales-, y con ellos todos sus asesores.

El relevo afectará a 30 secretarios, 65 directores generales y otros 68 cargos
Cada consejero realizará el traspaso como crea conveniente
En una segunda fase cesarán 261 subdirectores generales y decenas de cargos en empresas y organismos públicos

Fuentes de Presidencia de la Generalitat indicaron ayer que cada consejero realizará el traspaso de funciones como crea más conveniente, y agregaron que ninguno de ellos se opondrá a mantener entrevistas y reuniones con sus sustitutos. "Por el momento, no nos han pedido nada, pero estamos a su disposición para consultas cuando haga falta", aseguraron las mismas fuentes gubernamentales. El conseller en cap, Artur Mas, por ejemplo, no esperará a Josep Lluís Carod en su despacho, pero la consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, sí lo hará, según confirmó ayer mismo.

Los servicios protocolarios de Presidencia ya han resuelto, no obstante, el acto de toma de posesión de Pasqual Maragall como presidente de la Generalitat el próximo sábado. Será el presidente del Parlament, Ernest Benach, quien imponga la medalla a Maragall y no Jordi Pujol. El único precedente de este acto que existe fue en 1980, cuando el presidente saliente, Josep Tarradellas, impuso la medalla institucional a Pujol. Pero Jordi Pujol sí estará en el acto de toma de posesión de Maragall y pronunciará un discurso.

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El dominó de ceses automáticos funciona así: primero, los consejeros, en cuanto cese el presidente de la Generalitat, que les nombró; después, todos los cargos que designaron los consejeros, desde jefe de gabinete, secretario general o de área hasta director general, nombrados por decreto, y los asesores.

Inmediatamente después cesa automáticamente una parte de los presidentes o primeros directivos de las 117 empresas y entidades públicas, si han sido nombrados por el Gobierno o por un consejero saliente. Además de los 13 consejeros, 30 secretarios generales o secretarios, hay 65 directores generales y 68 cargos de otro tipo, desde asesores hasta jefes de gabinete o directores de servicio.

Los subdirectores generales son el grupo más numeroso: 121, como figura en las publicaciones de la Generalitat Acció de la Generalitat de Catalunya y Guía breve Infocat, y ascienden a 261, según el secretario de la Función Pública, Josep Ramon Morera.

Por debajo de los directores generales, el relevo no es automático. Los subdirectores generales, el máximo nivel no político, no son considerados altos cargos. Por eso, siguen, de momento, en sus puestos, y su sustitución requiere de una resolución motivada del nuevo consejero del que dependen. La Generalitat también tiene representantes en el sector empresarial y en numerosos organismos y entes corporativos. Así, nombra a los presidentes de los puertos de Barcelona y Tarragona, ahora Joaquim Tosas y Lluís Badía, respectivamente, que a su vez designan a sus equipos de colaboradores más directos.Lo mismo ocurre en la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), donde el Gobierno catalán nombra al director general, hoy Vicenç Villatoro, y éste, a su vez, a los principales directivos del ente y de sus filiales TV-3, Canal 33 y Catalunya Ràdio, entre otras empresas del grupo.

Los cambios pueden causar un terremoto en varias entidades económicas. Aparte de la poderosa GISA -encargada de gestionar la construcción de la obra pública de la Generalitat-, dirigida por Xavier Borràs, y de las concesionarias de autopistas de peaje Túnel del Cadí y Tabasa, otro organismo en el que la Generalitat designa consejeros es la Fira de Barcelona, una de las principales entidades económicas de Cataluña, presidida por el Ayuntamiento de la ciudad y la Cámara de Comercio.

La Generalitat propone al presidente de Fira 2000 -en estos momentos el ex consejero de Economía y de Política Territorial y Obras Públicas del Gobierno catalán Josep Maria Cullell-, que es la propietaria y administra el nuevo recinto de la Fira en L'Hospitalet de Llobregat.

En el ámbito cultural, la lista de empresas y entidades ligadas a la Administración es prolija. Por ejemplo, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, cuya direccion ocupa Eduard Carbonell; otro caso en el que la Generalitat decide el presidente -ahora Manel Feu- es el Centro de Telecomunicaciones, o consorcios como Turismo de Cataluña, que dirige Núria Machordom, y el Laboratorio General de Ensayos, a cuyo frente se halla Ramon Capellades.

En cuanto a recursos, la Generalitat maneja un presupuesto anual de 17.000 millones de euros, equivalentes al 16% del producto interior bruto catalán (PIB), y tiene 130.000 personas vinculadas laboralmente.

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