Los delitos contra la propiedad bajan, aunque aumentan los homicidios y las violaciones

Los delitos y las faltas descendieron un 2% entre enero y agosto de 2003 con respecto al mismo periodo del año anterior. Esta bajada se debe a la caída en las infracciones contra el patrimonio (robos en general y sustracciones de vehículos), que representan el 87% del total. Sin embargo, los delitos contra las personas y la libertad sexual sufrieron un acusado ascenso. Los homicidios en ese espacio de tiempo crecieron un 6,3% y las agresiones sexuales se dispararon un 24%. La criminalidad juvenil ha aumentado un 91,8% entre 1992 y 2002 y se sitúa en máximos históricos.

Según el Instituto de Estudios de Seguridad Pública, 2003 acabará con una cifra total en torno a los 2.125.000 delitos y faltas, lo que supone una bajada cercana al 1% con respecto a 2002. Sin embargo, se registra un fuerte aumento de los delitos en los que se produce violencia contra las personas, que son los que mayor alarma social generan.

Entre enero y junio de este año, en términos generales, la delincuencia aumentó en siete comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Madrid) y se redujo en las diez restantes. Alicante, con 38,15 delitos cada 1.000 habitantes se sitúa como la provincia con mayor criminalidad de España, seguida de Tarragona y de Valencia. En el extremo contrario, Lleida, Girona y Teruel se revelan como las provincias más seguras.

La delincuencia ha sufrido en Madrid uno de los peores años. Desde el pasado enero, la región ha registrado 94 homicidios, lo que representa una de las cifras más altas recogidas de los últimos ejercicios y eso a pesar de que en la segunda quincena de octubre y en noviembre entero no se produjo ningún asesinato. Eso motivó que la racha de que se produjera un muerto violento cada tres días parara en seco.

Las cifras globales de delincuencia bajan "a buen ritmo", según asegura el Ministerio del Interior, pero los delitos que más alarman a la población (robo en el interior de vehículos o atracos callejeros, entre otros) campan por sus fueros, sin que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado puedan frenarlos. Madrid ha registrado, según datos de la Fiscalía, una media superior a 100 sirlas (robos callejeros) al día. También de media son robados cada día en la región unos 65 vehículos de todos los tipos, marcas y modelos.

Los sindicatos policiales siempre han mantenido que los actuales 6.500 agentes destinados a la Jefatura Superior de Policía de Madrid resultan insuficientes para frenar la creciente delincuencia que sufre la comunidad. Estos colectivos piden que se refuerce la plantilla con unos 2.000 o 2.500 agentes. Algunos aspectos, como la investigación o la vigilancia durante la noche, se han visto mermados.

En junio, el máximo responsable de la jefatura, Juan Bautista Zurera, fue sustituido, tras llevar poco más de un año en el cargo, por el entonces jefe superior de Cataluña, Miguel Ángel Fernández Rancaño, que ha impreso aires nuevos a las investigaciones y ha creado un nuevo grupo de investigación de homicidios cometidos por bandas o mafias internacionales. Desde finales de octubre, son frecuentes las redadas policiales nocturnas durante los fines de semanas en los lugares de ocio. Se centran en general en locales de inmigrantes que carecen de permisos de trabajo o residencia.

En Andalucía, los delitos más comunes son, por este orden, la sustracción en el interior de vehículos, el robo en inmuebles y de coches, los hurtos, los robos con intimidación y los tirones. Un estudio reciente del Sindicato Unificado de la Policía (SUP) establece que en los ocho primeros meses del año la criminalidad había bajado levemente respecto al mismo periodo del año anterior (172.808 entre enero y agosto de 2003 frente a 173.436 en los ocho primeros meses de 2002)

Los delitos contra la libertad sexual y contra las personas aumentaron de manera significativa con respecto al año pasado. Los primeros un 20% y los segundos un 32%. El porcentaje de delitos en contra de la libertad sexual se duplicó en provincias como Huelva y aumentó casi un tercio en las demás provincias, salvo en Cádiz y Jaén, donde disminuyó.

Los datos del SUP también indican el aumento de los delitos contra las personas en todas las provincias salvo en Córdoba y en Huelva. Sin embargo, los homicidios registraron un ligero descenso: 117 personas murieron con violencia entre enero y agosto de este años frente a las 122 del mismo periodo de 2002.

La bajada más significativa se produjo en los atracos a entidades bancarias, que disminuyeron cerca del 43%. Los tirones y los robos con intimidación descendieron cerca del 22% y del 13%, respectivamente. Los robos con fuerza en inmuebles y la sustracción de vehículos también fueron a menos.

La provincia de Alicante ha pasado a ser en los últimos años el refugio predilecto de grupos criminales organizados procedentes de la Europa del Este. Los expertos argumentan que la peculiaridad de la costa alicantina, caracterizada por un turismo de masas, garantiza el anonimato.

Estas tramas se asientan preferentemente en las comarcas del norte y del sur de la provincia. En este ámbito, los delincuentes eligen la localidad de Torrevieja, donde su laberíntico urbanismo les garantiza campar prácticamente a sus anchas. Un dato que corrobora la presencia activa de las redes criminales en Torrevieja es el elevado índice de homicidios que se registran en esta población. En lo que va de año, según datos recabados por la Asociación Unificada de Guardias Civiles de Alicante (AUGC), el número de homicidios cometidos en la provincia asciende a 41. Las localidades de Dénia y de Xàbia, en el norte de la provincia, y Torrevieja, al sur, acaparan el 90% de estas muertes violentas. Las redes se dedican fundamentalmente al tráfico de seres humanos, prostitución y tráfico de drogas. Las fuerzas policiales apuntan, además, a estas bandas como las causantes del aumento de atracos a entidades bancarias -con una subida de un 100%- y de asaltos a viviendas.

En paralelo a la creciente presencia de grupos mafiosos, Alicante ha experimentado un notable incremento en el narcotráfico a través de desembarcos de alijos en la costa. La presión policial en aguas del Estrecho ha obligado a los narcos a optar por el litoral alicantino. La AUGC cifra un aumento de un 112,50% de este delito en tan sólo un año. Otro de los tipos que ha despertado una gran alarma social y que explicita el clima de inseguridad ciudadana en la provincia es la delincuencia de los menores.

Información elaborada por Francisco J. Barroso (Madrid), Arantza Coullaut (Sevilla) y Rebeca Llorente (Alicante) y Fernando J. Pérez