Arizmendi libera a España del atasco
La selección supera a Canadá con un 'gol de oro' del jugador del Atlético y jugará la semifinal con Colombia
España estará en semifinales. Pero tuvo que sudar mucha más de lo previsto. Tantas, como minutos extras de la prórroga, que concluyó prematuramente gracias a un gol del atlético Arizmendi.
Sin embargo, hasta ese minuto de oro, el 97, todo lo que se vió sobre el campo fue trabajo y atasco. Tanto Canadá como España redujeron el terreno de juego a la franja central. Sin extremos y sin apenas profundidad. Cada equipo a su estilo. España tocando más. Canadá, más directa. Los extremos españoles, Gavilán y Juanfran fueron los primeros ducharse. Claro ejemplo de lo prescindibles que resultaron.
Los protagonistas fueron Gabi, Iniesta, Sergio García y Melli. Los cuatro por el centro, cada uno en una línea. Los más activos, Gabi e Iniesta. El madrileño intentó el lanzamiento lejano desde el inicio hasta la prórroga, interpretando con acierto que el camino del gol en un choque tan trabado podía estar en algún rechace suelto en la frontal. Iniesta, como casi siempre, intentó las paredes los caracoleos en los alrededores de la portería rival.
ESPAÑA 2 - CANADÁ 1
España: Riesgo; Bouzón, Carlos García, Melli, Peña; Gabi, Vitolo; Juanfran (Corominas, m. 66 ), Iniesta, Gavilán (Manu, m. 77); y Sergio García (Armendáriz, m. 86) .
Canadá: Karim; Asante, Arango, Hutchinson, Marshall; Matondo, Di Tullio (Bruno, m 88), Chin, Simpson; Harmse (Lemire, m. 43); y Hume.
Goles: 1-0. M. 34. Iniesta marca por bajo.
1-1. M. 53. Hume, de fuerte derechazo.
2-1. M. 96. Arizmendi, tras driblar al portero.
Árbitro: Wilson Souza (Brasil). Amonestó a Matondo, Karim, Di Tullio, Chin, Peña y Bouzón. Expulsó a Vitolo (m. 65)
Unos 5.000 espectadores en Abu Dhabi.
En Canadá, la referencia indiscutible fue Hume. Es este un delantero con cresta de mohicano que tiene un disparo terrorífico. Así marcó el tanto del empate de Canadá y así dejó temblando el poste tras el lanzamiento de una falta en el segundo periodo.
El juego canadiense consiste en meter balones largos a Hume. Y que el chaval se busque la vida. El de España, en paredes por el centro o pases al hueco, también por el carril de en medio. Las dos estrategias dieron resultado en los goles. Y, mientras, las bandas criaban moho por el desuso.
Canadá se propuso que el encuentro fuese una cuestión de tamaño, de ganas, de presión y de voluntad. Y, en muchas fases del partido, lo consiguió. Una línea de medios muy poblada y tupida que se encomendó al embotellamiento. España les facilitó la tarea al concluir que la mejor manera de romper la tela de araña eran los pases largos de Melli, Gabi o de Vitolo, en vez de descolocar a los chicos de Canadá.
La expulsión de Vitolo a mitad del segundo periodo no cambió demasiado el panorama. En realidad, sobraban jugadores de contención y Canadá no modificó un ápice su planteamiento por encontrarse con un hombre más. Se limitó a enjaular el juego en las zonas frías del campo.
Ufarte, resignado al guión marcado por Canadá, sacó a Gavilán y metió en el campo al atlético Manu del Moral, un todo terreno con querencia a buscarse el solo las habichuelas alrededor del área. También sacó a Sergio García, incordioso como siempre pero no muy afortunado, y metió a Arizmendi, un ariete clásico con menos regate que el barcelonista pero mejor en los balones colgados por su altura. Acertó: Arizmendi se aprovechó de un rebote para marcar el gol de oro con tranquilidad, tras recortar al portero. El chaval recogió el balón en el área pequeña sin prisas, ladeó el cuerpo para vencer a Karim y se metió con la pelota en la portería.
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