Laudrup vuelve al Camp Nou

Michael Laudrup sigue ocupando un rincón privilegiado en la memoria colectiva del barcelonismo. Aquella magia creativa que destilaba el fútbol del danés en los gloriosos tiempos del dream team no se olvida fácilmente. Tampoco su polémica marcha al Real Madrid en 1994. Ahora Laudrup dirige al Brondby, actual líder de la liga danesa y que ya sabe lo que es eliminar a un equipo teóricamente superior en la UEFA, tras derrotar al Schalke 04 de Jupp Heynckes. Con un jovencísimo plantel arropado por algún que otro veterano, Laudrup aplica en su equipo la filosofía de un juego ofensivo, abierto y dinámico.

El Valencia, por su parte, tendrá que medirse a un equipo procedente de la Liga de Campeones: el Besiktas. Una victoria en Stamford Bridge ante el Chelsea en el mes de octubre, en el primer desplazamiento del Besiktas en su grupo de la Liga de Campeones parecía augurarle un histórico éxito. Pero aquel espejismo se desvaneció pronto, y el equipo dirigido por el rumano Mircea Lucescu acabó tercero, por detrás del conjunto de Abramovich y del Sparta de Praga. El frágil funcionamiento defensivo del equipo contrasta con su veloz ataque, en el que destacan el rápido y habilidoso rumano Daniel Pancu y el goleador del equipo Ilhan Mansiz.

También el Villarreal tendrá un oponente turco caído de la Champions: el Galatasaray. El único club turco que ha obtenido títulos en Europa (UEFA y Supercopa en 2000), ofreció en Anoeta, el pasado miércoles, una versión que tiene poco que ver con el perfil ofensivo que suele mostrar. La dirección de Fatih Therim no ha logrado solucionar las lagunas defensivas. Su delantero más reputado, Hakan Sukur, ha marcado cinco de los seis goles del equipo en la máxima competición continental.

El Mallorca tendrá un largo y frío viaje a Moscú. Con una economía maltrecha y un panorama deportivo alejado de las glorias pasadas, el Spartak confía ahora en Nevio Scala para dirigir a un equipo de corte muy físico y sin grandes referencias individuales. Scala consiguió una Recopa y una Copa de la UEFA con el Parma en los años 90, y ahora acaba de aceptar la oferta del Spartak, convirtiéndose en el cuarto entrenador del equipo en menos de seis meses pese al susto que se llevó el día de su presentación, cuando un atentado suicida en el hotel en que se hospedaba, en Moscú, provocó seis muertos.