El nuevo Gobierno no decidirá sobre el túnel de Bracons hasta febrero

El tripartito que ultima el pacto para el futuro Gobierno de la Generalitat desea ganar tiempo para tomar una decisión sobre el polémico túnel de Bracons. En un documento no oficial filtrado ayer desde las filas de ICV, supuestamente consensuado por el PSC y ERC, se hace constar que se ha llegado a un acuerdo para someter a la consideración del Gobierno, el próximo mes de febrero, un estudio sobre las consecuencias jurídicas, ambientales y económicas del proyecto.

Según explicó ayer Raül Valls, portavoz del colectivo opositor Salvem les Valls, que el jueves entregó en el Parlament un manifiesto de intelectuales contrarios al proyecto, la respuesta extraoficial del tripartito no les aclara si las obras se paralizarán de inmediato. No obstante, sí se acepta la segunda de sus demandas, la necesidad de abrir un periodo de reflexión y replanteamiento del eje Vic-Olot por el Coll de Bracons. "Si las obras continúan, no habrá tregua", asegura Valls.

El colectivo opositor es consciente de que, trabajando las 24 horas del día como se hace en la actualidad, en el mes de febrero las obras habrán avanzado bastante. "No me parece normal que el supuesto estudio que ahora empezará el Gobierno se lleve a cabo con el ruido de las explosiones de dinamita que están destruyendo la montaña", lamentó Valls. "No se puede cambiar la rueda de una bicicleta sin detenerla", añadió.

El portavoz de Salvem les Valls recordó que el estudio de impacto ambiental con el que se llevó adelante el proyecto tenía importantes deficiencias, que confía que no se repitan en el nuevo análisis que realizará el futuro Gobierno de la Generalitat. Los opositores a la nueva infraestructura tienen la convicción de que los integrantes del futuro pacto de gobierno no desean que el túnel de Bracons se convierta en un escollo para la negociación.

Búsqueda de consenso

El colectivo opositor, que el jueves entregó en el Parlament un manifiesto firmado por una veintena de profesionales e intelectuales catalanes, piensa que no es demasiado tarde para detener las obras. "Cualquier declaración, sea oficial o extraoficial, es papel mojado si no se paran las máquinas", reiteró ayer Valls.

Los firmantes del reciente manifiesto anti-Bracons reclaman un nuevo proceso de debate y participación ciudadana que permita la búsqueda de consenso y acuerdos que coincidan "con los nuevos aires de cambio que la sociedad catalana ha manifestado en las elecciones del 16 de noviembre". En el mismo documento se destacan "las fuertes divergencias políticas, científicas y técnicas" que se han manifestado en los últimos años. Según los opositores, las actuales obras responden a "un proyecto maximalista, de un enorme costo económico y de gran envergadura" que puede suponer "impactos y daños irreparables para un territorio tan emblemático y querido".

Entre las alternativas propuestas por quienes se oponen al eje Vic-Olot por Bracons se encuentra los itinerarios Vic-Ripoll-Olot, Vic-Eix Transversal-Olot y también el eje transversal ferroviario.