El Ballet de Biarritz convierte en danza la fábula de la cigarra y la hormiga
El Ballet de Biarritz presentará mañana (21.00) y el domingo (17.30) en la Gare du Midi de dicha localidad vascofrancesa Le Cigale (La cigarra), "un drama invernal en clave de humor y fantasía" que actualiza la famosa fábula homónima de La Fontaine en forma de danza neoclásica. "Recordemos que este ballet vio la luz en 1904", apunta el director de la compañía, Thierry Malandain. "Un siglo después, su relectura ofrecía dos posibilidades: la fidelidad a la forma y el espíritu de este tipo de obras o simplificar el argumento para darle un aire más actual. Esto último es lo que hacemos", añade.
Además, no queda nada de la versión que Jules Massenet estrenó en el escenario de la Ópera Cómica de París hace casi un siglo, según reconoció Adriana Pous, responsable artística del ballet francés en San Sebastián. "Sólo queda el material del compositor, que escribió una partitura muy detallada y dibujó a una cigarra sumamente generosa y una hormiga egoísta", indicó.
Sobre el escenario, 14 bailarines relatan la fábula con movimientos: Giuseppe Chiavaro, en el papel de hormiga; el resto, como una cigarra de múltiples rostros que muere y sube al cielo. Malandain, quien ha coreografiado Le Cigale por encargo de la casa de cultura de Saint Etienne, ha optado por dar a este montaje un enfoque humanista y Jorge Gallardo, encargado del decorado y del vestuario, por reducir la escenografía a lo básico.
La representación de este nuevo montaje del Ballet de Biarritz es el plato fuerte de un programa que también incluye La muerte del cisne, de Camille Saint-Saëns, y La siesta de un fauno, de Claude Debussy, dos coreografías contemporáneas.
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