_
_
_
_
Entrevista:ALMA GÓMEZ | Representante de la asociación Justicia para Nuestras Hijas

"Las autoridades son cómplices de las muertes de mujeres en Ciudad Juárez"

Alma Gómez es una maestra mexicana de 52 años ya jubilada. Desde hace meses dedica sus esfuerzos a la asociación Justicia para Nuestras Hijas, nacida en 1997 para denunciar el olvido y la impunidad de los crímenes cometidos en el estado de Chihuahua, de cuatro millones de habitantes y limítrofe con Estados Unidos. Las víctimas son siempre mujeres, jóvenes y pobres. En muchos casos son violadas y siempre asesinadas unos días después de desaparecer. La gran mayoría en la fronteriza Ciudad Juárez, de 1,4 millones de habitantes y la más importante del Estado. Gómez participó ayer en Barcelona en diversos actos con motivo del día internacional contra la violencia sexista, invitada por la Asociación de Asistencia a Mujeres Agredidas Sexualmente

"La policía no ha encontrado ningún cadáver. Todos se han hallado por casualidad"

Pregunta. ¿Cuál ha sido hasta ahora la respuesta de la justicia a esos crímenes?

Respuesta. Lo más llamativo es que existe denegación de justicia. Hemos podido establecer a través de los testimonios de los familiares y del estudio de los expedientes que no se ha investigado para esclarecer estos asesinatos. Hay unas personas en prisión sin sentencia definitiva y algunos de ellos lo único que tienen son sus confesiones arrancadas con torturas, de tal suerte que no está claro si son o no son los asesinos. El Gobierno, ante la presión internacional, busca encontrar unos culpables para salvar su imagen.

P. ¿Quiere decir que no hay voluntad política?

R. Este problema se arrastra desde hace 10 años y hasta 2003 el Gobierno federal no ha tomado una serie de medidas que creemos insuficientes y no van al asunto fundamental, que es la búsqueda de justicia. Pero finalmente ha afrontado el problema. El Gobierno federal dio a conocer en julio un programa integral para Ciudad Juárez en el que hay 40 acciones. Veinticinco tienen que ver con crear infraestructura, pavimentación, alumbrado, habitaciones, que están en las causas profundas del problema, pero nosotros queremos justicia, que se encuentre a los culpables y que se busque a las muchachas desaparecidas. Las otras 15 acciones son insuficientes porque mantienen el esquema anterior y el Gobierno federal sólo auxiliará al Estado de Chihuahua cuando pida ayuda.

P. ¿Y qué proponen ustedes?

R. Defendemos que se cree un cuerpo multidisciplinar con personas capaces (criminalistas, antropólogos, forenses, etcétera) que revisen los expedientes y rescaten lo que puedan rescatar, porque han pasado 10 años de ineficacia, de ineptitud, de negligencia, de complicidad. Es difícil poder investigar lo que pasó hace 10 años, pero hay casos muy recientes que debieran estar atendidos por ese grupo y nosotros pedimos que sean personas que no estén en las redes de complicidades que se dan entre el crimen organizado, las bandas, la policía y las autoridades.

P. Lo primero que debe aclararse es la cifra de víctimas, ¿no?

R. Efectivamente, éste es un asunto polémico. Las ONG hablábamos de alrededor de 300, aunque no tenemos acceso directo a las estadísticas, y en el informe de Amnistía Internacional se habla de 370 víctimas entre Ciudad Juárez y Chihuahua. Por primera vez en 10 años hay un informe oficial del Gobierno, a través del Instituto Chihuahuense de la Mujer, del pasado mes de agosto, que habla de 321 asesinatos. Pero dicen que sólo 90 tienen móvil sexual y que el resto son venganzas familiares o pasionales. Por otro lado, el Gobierno del Estado entregó informes a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la cifra que dieron en Washington fue de 200 asesinatos por móvil sexual. Aunque sólo sean 90, nosotros decimos que 90 crímenes por móvil sexual son muchos.

P. Tampoco existe un móvil claro.

R. Al menos una tercera parte de esos asesinatos han ido precedidos de mutilación, tortura y violación. Nosotras creemos que puede haber varios móviles y varios autores. Se habla de tráfico de órganos; pero, entonces, ¿por qué sólo mujeres? La otra teoría es el cine pornográfico snuff. Se habla también de redes de prostitución, de orgías en las que participan prominentes hombres de negocios y de la vida política que terminan matando a las mujeres. Se habla de ritos sanáticos y hay otro investigador del FBI que dice que son psicópatas de Estados Unidos que van a Ciudad Juárez, asesinan y regresan, pero hasta ahora no hay sustentada en una investigación policial ninguna de estas líneas. Son simples especulaciones.

P. Lo que sí está demostrado es que siempre son mujeres, jóvenes y pobres.

R. Las víctimas son siempre trabajadoras o estudiantes, y eso las pone en una situación de doble vulnerabilidad. No hace mucho desapareció la hija de un rico empresario y no habían pasado dos horas cuando ya la buscaba hasta el Ejército. ¡Y la encontraron, porque a ella sí la buscaron! ¿Por qué no buscan a las hijas de las familias pobres? La costumbre de la policía es decir a los padres que vuelvan al cabo de 48 horas y pensar que la hija se ha ido con el novio. Hay una misoginia en las autoridades que no les permite entender cuál es el problema. La policía no ha encontrado ningún cadáver. Todos los hallazgos han sido fruto de la casualidad.

P. ¿La presión internacional ha tenido ya algún efecto?

R. Las causas de la impunidad persisten, pero hay algún signo esperanzador. El más importante es el nombramiento de una comisionada especial para Ciudad Juárez. Se trata de María Guadalupe Morcino Tero, una mujer que ha luchado por los derechos humanos. El problema es que tiene unas competencias limitadas, no es una fiscal que pueda participar en las investigaciones, pero vamos a hacer lo imposible para que pueda abrir nuevas puertas en la investigación.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_