La cuarta final
Tras dos derrotas, en 1965 y 1967, y un triunfo, en 2000, España busca en Melbourne sentarse otra vez en el trono mundial
El reto es de gran calibre. No se trata sólo de ganar a Australia, sino de hacerlo en su casa y sobre la hierba. No son premisas que inviten al optimismo. Pero España acude a Melbourne para disputar su cuarta final de la Copa Davis y no quiere irse de vacío. Eso ocurrió ya dos veces en circunstancias similares, en 1965 y 1967, cuando Manuel Santana y Joan Gisbert encabezaban un equipo que hizo historia para el tenis español disputando dos challenge round.
Ahora, una generación más potente de jugadores, compuesta por Juan Carlos Ferrero, Carlos Moyà, Feliciano López y Àlex Corretja, se enfrentarán a otra generación menos brillante de australianos. No habrá nombres de leyenda como los de Roy Emerson, Fred Stolle, John Newcombe y Tony Roche. Pero estará un doble campeón del Grand Slam, Lleyton Hewitt; un doble finalista, Mark Philippoussis, y una pareja compuesta por Wayne Arthurs y Todd Woodbridge que no admite dudas sobre su efectividad.
No habrá atenuantes. España no gana fuera desde que se aseguró la permanencia en Nueva Zelanda en 1999. Aquélla fue también la última vez que se impuso en una pista rápida. Su historial en hierba no es más brillante: ha ganado cinco eliminatorias de las 16 que ha disputado. La última victoria se remonta a 1967, ante Gran Bretaña, en Eastbourne, con tres puntos de un Santana -junto a José Luis Arilla en el doble- que acababa de ganar Wimbledon (1966).
Ahora, el único campeón de Wimbledon está en el lado australiano -Hewitt (2002)- y el único finalista también -Philippoussis (2003)-. Las estadísticas de los partidos disputados en la hierba no engañan y marcan las posibilidades reales de los dos equipos. Mientras los cuatro australianos suman 237 partidos, los cuatro españoles se quedan en 53.
El bajón de Hewitt
Sin embargo, el G-3, los técnicos españoles, está convencido de que la bajada de Hewitt en la clasificación mundial (17º) favorece porque partirá como segundo jugador de Australia y eso permitirá un duelo entre Ferrero (3º) y él en la jornada inicial. "Philippoussis será su líder", afirma Juan Bautista Avendaño, que capitanea el equipo español; "eso es importante, porque Hewitt debutará contra Juan Carlos y ése es un punto con el que contamos. Hewitt deja jugar. No es como Philippoussis, que depende exclusivamente de su saque".
Acabar con empate a un punto la jornada inicial permitiría mantener la esperanza hasta el domingo, pero no garantizaría nada. "España va siempre de favorita", agrega Avendaño; "pero esta vez, no. Ellos ya perdieron en casa y sobre la hierba ante Francia en 2001. ¿Por qué no van a caer ahora?".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.