El déficit exterior aumenta un 76% hasta agosto por la fuerza de las importaciones
El sector exterior sigue perjudicando a las cuentas de la economía española. Frente a la pujanza de la demanda interna, el déficit exterior creció un 76,4% entre enero y agosto de este año con respecto al mismo periodo de 2002, hasta alcanzar los 11.947,1 millones de euros. El motivo fundamental fue el aumento de la brecha entre importaciones y exportaciones, lo que se conoce como balanza comercial. En el extremo opuesto, el tirón del turismo incrementó el superávit del capítulo de servicios.
Las exportaciones de mercancías crecieron un 5,6%, pero más lo hicieron las importaciones, un 8,1%, lo que supuso incrementar un 19,23% la distancia entre las dos partidas. A este desfase del déficit comercial se unió el empeoramiento de la balanza de rentas, las generadas por trabajadores o bienes en otro país diferente al de procedencia. De un déficit de 7.542,1 millones en los ocho primeros meses de 2002 pasó a registrar 8.428,4 este año.
El único capítulo que se salvó de los malos resultados fue el de servicios debido a la bonanza del turismo. Esta actividad, que representa alrededor del 12% del producto interior bruto (PIB), creció un 5,3% en los ocho primeros meses del año. Con esa evolución, el superávit se situó en 20.291,5 millones de euros. El resto de las actividades contabilizadas como servicios aumentaron su déficit.
Sumando las operaciones corrientes y las de capital (estas últimas arrojaron un superávit de 5.336,1 millones de euros), la necesidad de financiación de la economía española se disparó hasta 6.611 millones de euros, frente a los 1.670,9 millones que mostraba en los ocho primeros meses de 2002.
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