Aute recurre al amor como coartada para hablar de la vida

Acaba de cumplir 60 años y parece llegado el momento de volver la vista atrás. Luis Eduardo Aute (Manila, 1943) acaba de publicar Auterretratos, primer volumen de una antología musical para el que ha reinterpretado en estudio 32 canciones de su extenso repertorio, ilustradas con sus propios dibujos. Y el día 25 se pone a la venta Cuerpo del delito (Temas de Hoy), en el que reproduce las letras de sus más de trescientas canciones.

Estos días también han visto la luz otras exquisiteces autianas como Volver al agua, donde recupera en un solo volumen sus tres libros de poemas, escritos entre 1979 y 2000; en próximas entregas se editarán sus primeros discos, remasterizados y envueltos en estuches de lujo, y para los próximos meses se anuncia una biografía (autorizada) que publicará Ediciones B. A este polifacético artista le hubiera gustado dosificarse un poco, pero las cosas, dice, han venido así.

La selección de los temas incluidos en Auterretratos es "aleatoria". Sus seguidores han podido escuchar muchos de los temas regrabados ahora en sus últimos conciertos. "Lo normal cuando se hacen revisiones de este tipo es que cambie la instrumentación, pero aquí hay canciones que incluso tienen letras nuevas; son casi adaptaciones de las originales, es como si las hubiese clonado", explica Aute en el salón de su domicilio madrileño, plagado de cuadros, algunos suyos, esculturas y grabados.

Cine, cine, Rosas en el mar, De paso, Siento que te estoy perdiendo, Pasaba por aquí o De alguna manera son algunos de los temas incluidos en Auterretrato. "A la hora de componer intento que las canciones no queden ubicadas en una época, que sean atemporales, aunque curiosamente hay temas como Las cuatro y diez que son fruto de un tiempo y de un espacio y que, sin embargo, es una de las que más me piden ahora los jóvenes".

El desamor, el amor o la muerte son temas sobre los que lleva trabajando desde que grabó su primer sencillo en 1966. Una cita de Cioran ilustra uno de sus poemas: "En pleno delirio sexual, cualquiera tiene derecho a compararse con Dios". Y es que este músico recurre al amor "como coartada para hablar de la vida. Amor es sinónimo de estar vivo", argumenta este amante de la poesía de Shelley, Dante, Rilke y Eluard.

El autor de Adiós, Inés de Ulloa cree que música y poesía caminan juntas y que ambas te producen emociones muy diversas. "Lo más parecido a un artista", dice, " es un mago, nada que ver con un intelectual. Un artista es un inadaptado, un tipo que se crea su propia realidad para sobrevivir".

Como en Auterretrato, sus dibujos ilustran también las letras de las más de trescientas canciones recogidas en Cuerpo del delito. "Como más cómodo me siento es pintando, que es lo que he hecho toda mi vida; en mi casa tengo un estudio de pintura y no uno de grabación. El mundo de la pintura me da mucha libertad y el de las canciones es una tortura. Se trata de contar una idea o una emoción de la forma más bella posible y que tenga vuelo poético, por eso cuando tengo un embrión y me encierro a desarrollarlo, en esos días apenas duermo porque la música se queda en mi cabeza y no se va hasta que acabo".

Pese a haber desarrollado con éxito su carrera en el ámbito de la música, el arte o, el cine, Aute se define como un indisciplinado de cualquier disciplina. "Soy un degenerado de los géneros. De sentirme algo diría que soy curioso; tengo curiosidad por conocer diferentes medios de expresión". Y así, por meterse en un terreno nuevo, se inició en la música. Empezó a grabar en 1966 pero en sus contratos especificaba que no haría promoción ni presentaría los discos, hasta que en 1978, en Albacete, en un acto organizado por la CNT en el que participaban García Calvo y Jesús Munárriz, le obligaron a salir al escenario. Y ahí sigue.