Noruega, como en casa
La selección escandinava se entrena desde ayer en La Manga, donde su federación ha contribuido a la construcción de ocho campos de fútbol
"Si nos ganan el sábado, lo mato". El guarda jurado suelta a bocajarro esta amenaza al pasar por su lado al cocinero de la selección noruega, un tipo joven, de casi dos metros y cabeza rapada, que pide en la recepción botellas de agua para sus jugadores. El cocinero calvo, afortunadamente, no se ha enterado del comentario del fogoso aficionado español, días antes del España-Noruega, en una de las eliminatorias por alcanzar la Eurocopa de Portugal. El partido se disputa en Valencia a las 22.00, una locura de horario para el modo de vida nórdico, en el que se recogen mucho más temprano. La vuelta será el miércoles en Oslo a las 19.30.
Probablemente, no es la primera vez ni será la última que se cruzan estas dos personas. El vigilante ronda el lujoso complejo turístico en el que se hospeda el combinado noruego, que frecuenta cada año La Manga del Mar Menor. Esta vez, ocupa unos apartamentos a escasos 10 kilómetros de Cartagena, convertidos en una segunda residencia escandinava. Hasta tal punto que la federación y la Liga noruega han financiado casi la mitad de la construcción de ocho campos de fútbol. Los utilizan cada temporada, durante el invierno, desde principios de los noventa, cuando se cierra la Liga de su país.
Noruega prepara la cita frente a España en uno de esos campos. ¡Y qué campo! Sería la envidia de la mayoría de los estadios españoles, tal es la armonía de su hierba, cortada muy corta. Da ganas de salir a jugar. La inscripción en inglés detrás de uno de los banquillos (Football Centre) invita a pensar en la relación de su propietario con el fútbol anglosajón. La mayoría de los internacionales noruegos se ha fogueado en las competiciones británicas, de las que no sólo han copiado su estilo de juego, sino también su aislamiento ante los medios de comunicación. De eso, al menos, se quejaba el martes uno de los 66 periodistas noruegos desplazados a La Manga. "La federación es un mundo muy cerrado". No obstante, comparado con España, la atención a la prensa es abundante: medio equipo responde media hora a las preguntas, sobre el mismo césped de entrenamiento, y el otro medio al día siguiente. Incluso, el día antes del encuentro, toda la plantilla está a disposición de los informadores.
La temperatura en La Manga es cálida, por encima de los 20 grados durante el día, en contraste con los tres grados de Oslo. Ése será uno de los condicionantes del choque de vuelta, según espera el seleccionador nórdico, Nils Johan Semb: el frío puede incomodar a los chicos de Iñaki Sáez. Pero antes, para Mestalla, Semb no ha tenido reparo en revelar su táctica: "Defenderemos con todo si hace falta". Se trata de un preparador parecido a Sáez, ya que procede de las categorías inferiores de la federación. Y ya ha anunciado que no seguirá en el cargo más allá de la Eurocopa, pase lo que pase frente a España. La incógnita es quién será su sustituto. Semb pasará a la historia por haberse enfrentado a John Carew. El delantero del Valencia cedido al Roma se ha negado a regresar a la selección tras agredir a su compañero Riise, centrocampista zurdo del Liverpool, en octubre pasado. Los jugadores hicieron las paces una hora después del incidente, pero el entrenador expulsó a Carew de la concentración y éste no se lo ha perdonado. El vestuario está dividido al respecto. Unos apoyan al atacante y otros se alegran de que esté bien lejos de La Manga. Claro que Riise no para de pisar charcos. El último ha sido llamar "gallina" al lateral derecho del Rosenborg Riseth por oponerse éste a actuar de central en la selección.
Sin Carew y sin Solskjaer, lesionado, todas las miradas se dirigen a Tore André Flo, el espigado delantero del Siena, que viene de marcar dos goles en siete partidos en la Serie A italiana. Flo parece haber renacido al llegar a Italia el pasado verano, después de un desafortunado paso por el Sunderland, inglés, y por el Glasgow Rangers, escocés. Visto de cerca, Flo parece a punto de desmontarse. Sus piernas son largas, blancas y delgadas. Mide 1,93. Su cuerpo, huesudo y estrecho. Da la impresión de estar poco dotado para correr, y, sin embargo, entrado en calor, se convierte en una locomotora. Será el principal peligro para España.
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