La segunda oportunidad de Novell
La compañía compra Suse para convertirse en "la primera empresa de Linux"
"Los rumores sobre mi muerte se han exagerado mucho". Chris Stone, vicepresidente de Novell, toma prestada la frase de Mark Twain para explicar porqué cree que su compañía ha sido dada por muerta demasiado pronto. Novell acaba de comprar la segunda empresa del mundo Linux, la alemana Suse, y está transformando su modelo de negocio hacia este mercado. El objetivo, según Stone, es transformarse en "la primera empresa de Linux del mundo".
"No hemos adquirido Suse para convertir Linux en propietario", explica el vicepresidente por los temores de la comunidad 'libre'
La estrategia linuxera de Novell comenzó hace unos nueve meses, según explica Stone. Como la mayor parte de las compañías que fabrican sistemas operativos propietarios, Novell veía con una mezcla de interés y preocupación el avance imparable de Linux -un sistema operativo que puede ser modificado y copiado libremente- en los servidores de empresas. En los noventa, Novell luchó contra Microsoft por el mercado de los sistemas operativos de red, y perdió. Linux, por tanto, podría ser una segunda oportunidad. Así, Novell decidió ofrecer su gama de productos sobre la plataforma de Linux.
En agosto, iba más allá. La veterana multinacional de software compró Ximian, la compañía del mexicano Miguel de Icaza, que es una de las figuras más respetadas de la comunidad del software libre. Este martes, Novell remataba su jugada con la compra de Suse Linux, la segunda empresa del mercado, tras la estadounidense Red Hat. Novell se ha gastado 210 millones de dólares en efectivo en la compra de Suse. Un año antes, además, había comprado la consultora Cambridge Tech Partner.
¿Qué significa esta sucesión de acuerdos y compras? "Queremos ser el primer proveedor de Linux del mundo", explica Stone, en conversación teléfonica. El ejecutivo aclara que Novell tiene ya todas las piezas para conseguir este objetivo: Ximian está especializada en el escritorio, es decir, diseña el rostro de Linux en los ordenadores personales. Suse, por su parte, distribuye versiones de Linux para los servidores, y los consultores de la antigua Cambridge están siendo formados en este mercado. El puzzle lo completa una inversión de 50 millones de dólares que ha realizado IBM en Novell, lo que otorga a ésta una relación preferente con el mayor fabricante de hardware.
Stone reconoce que ahora queda lo más importante: juntar las piezas para que formen una estrategia. Según un análisis de la consultora Ovum, lo más difícil será la relación con los fabricantes de aplicaciones "y la comunidad de Linux en su conjunto".
Y es que esta noticia ha disgustado a gran parte de la comunidad del software libre, en especial a la europea. En los foros de Internet, los programadores lamentaban que una gran corporación haya comprado la mayor empresa no americana de este sector. "Suse es europea", replica Stone, "y sus oficinas seguirán en Núremberg".
Los defensores de los programas abiertos temen, además, que Novell cierre el código de sus productos, una teoría que se ha visto reforzada por dos noticias terribles para la comunidad que se han conocido esta semana: Red Hat abandona el negocio para los consumidores y se centra sólo en las grandes empresas, y Microsoft da su visto bueno a la operación Novell-Suse: "El acuerdo hace aún más evidente la tendencia de consolidación y comercialización en la industria Linux", decía la compañía en un comunicado. Stone replica: "No hemos comprado Suse para convertir Linux en un sistema propietario. Queremos hacer dinero vendiendo productos para Linux, pero no con él", precisa. Sobre el miedo de la comunidad ante la irrupción de una gran multinacional en el mundo libre, explica: "Los inhibidores para el triunfo de Linux son la falta de soporte y el número limitado de aplicaciones. Para solucionar estos problemas, la comunidad necesita una gran empresa detrás". E ironiza: "¿Quién esperaban que lo hiciera? ¿Microsoft?".
Stone asegura que los clientes de Novell han recibido este cambio de estrategia con entusiasmo. Y lo resume con una frase que, asegura, repiten: "Otra vez sois guay".
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